Cruz Azul pierde como visitante y su liderato corre riesgo

Redacción

En un duelo de quién lograba la atajada más espectacular entre Jesús Corona y Tiago Volpi, terminó por ganar el brasileño con sus intervenciones para impulsar a Gallos a vencer (2-0) a un Cruz Azul insistente, que no sacó unidades de Querétaro de no ser por la muralla amazónica.

Lo que en un inicio prometió ser un duelo trepidante con llegadas constantes a ambos arcos, con el paso del tiempo se diluyó a un juego más equilibrado en el que predominó que se anularan las fuerzas por el tráfico en el centro del campo.

Gallos fue más atrevido y valiente en el comienzo del juego y eso por poco les cuesta a la contra por los espacios dejados en defensa, que un Cruz Azul más fino hubiese convertido en otra fase de la temporada.

Rafael Puente entendió que no era el camino después de dos sustos en los que su zaga se quedó mal parada y vulnerable. Por azares del futbol y malas decisiones de los ofensivos del cuadro celeste, eso no terminó en anotaciones recibidas. Hasta en eso se sumaron los errores de los dos para que no hubiera invitado a las porterías.

Una vez que recularon los Gallos y fueron menos verticales fue cuando se acercaron más a la meta de un Jesús Corona por el que no pasan los años y sí crece la seguridad en él. El arquero de La Máquina, como suele ser, sacó las anos en el momento más oportuno y con ello negar los goles locales, cuando estos ya eran cantados por la afición queretana que colmó las gradas del Corregidora.

La juventud y el dinamismo de Gallos causó algunos estragos en un Cruz Azul que por momentos no encontraba el balón y lo correteaba detrás de los pies de Jordi Cortizo y Marcel Ruiz, dos novatos que dan sus primeros pasos de manera descarada en la Primera División. Tienen seguridad y se nota, gracias a su soltura y naturalidad.

Son los encargados de surtir de balones a Camilo Sanvezzo y cuando lo lograron es cuando más cerca se quedaron de anotar de no ser por la muralla llamada Jesús Corona en los primeros 85 minutos de juego.

Con Cruz Azul ocurrió lo mismo cuando generaron sus ocasiones que fueron más de tres. El problema siempre estuvo enfrente con un brasileño de 1.85 metros de estatura que responde al nombre de Tiago Volpi y es un auténtico acróbata a la hora de sacar los balones cuando es exigido y los balones parecen ir directo a las redes.

Las atajadas de Volpi impulsaron a los suyos a no desistir y buscar la meta rival en busca de su regalo de tres puntos. En los últimos cinco minutos lo encontraron para festejar con los suyos. Dieron con ello por partida doble mediante Camilo Sanvezzo y Marcel Ruiz en jugadas casi consecutivas en las que Corona no pudo hacer más. Al final ganó el más certero y perseverante. El líder vuelve a pender de un hilo en la cima de la clasificación.

(Con información de ESPN)