¿Intolerante a la fructosa? Te enseñamos cómo identificarlo

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Published on noviembre 16, 2018 with No Comments

Mejor con Salud.- Si eres intolerante a la fructosa es posible que presentes dolores estomacales, pero también sentimientos de tristeza o irritabilidad, al ser incapaz de sintetizar la serotonina.

En un día normal puedes sentir dolores abdominales, hinchazón o gases. Quizás sientas fatiga o algo de depresión. Llegado un punto, con tanta desesperación por este malestar, comenzarás a buscar culpables. Los sospechosos habituales pueden ser el gluten o la lactosa, pero esta vez hablamos de ser intolerante a la fructosa.

Sin embargo, esto no es lo más molesto de todo: los alimentos que causan este trastorno digestivo no son otros que algunos considerados como sanos y saludables, como las frutas y los zumos. La fructosa es un tipo de azúcar simple que está presente de forma natural en alimentos y productos envasados.

Ser intolerante a la fructosa es más común de lo que imaginas. Por eso aquí te vamos a enseñas cómo identificar si la padeces y qué tratamiento seguir.

¿De qué se trata este trastorno digestivo?

El decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía, Luis J.Morán Fagúndez, le explicó al diario ABC que nuestras células intestinales son las que se encargan de que el organismo pueda metabolizar la fructosa.

Cuando ocurren problemas con este proceso, podemos hablar de intolerancia a la fructosa. Específicamente, el intestino delgado no asimila el azúcar de los alimentos, que pasa al intestino grueso, causando molestias como flatulencias.

La cantidad normal que una persona puede asimilar de fructosa sin sentir ningún malestar es de 35 gramos. Sin embargo, hay individuos que al consumir 25 gramos o más comienzan a tener molestias. Lamentablemente, esa cantidad es muy fácil de superar.

Por ejemplo, estos alimentos la contienen en las siguientes proporciones:

  • Una manzana (14 gramos)
  • Una piña (12 gramos)
  • Un mango (13 gramos)
  • Una taza de café con solo dos cucharaditas de azúcar (5 gramos)
  • Refrescos (hasta 6 gramos de fructosa por cada 100 ml)
  • Néctares, lo cuales tienen sacarosa que es igual a la fructosa en un 50%

Otra complicación que se suma a este panorama: las frutas son una rica fuente de vitaminas, minerales y fibras. Al tener la necesidad de disminuir su consumo, propiciaremos una pérdida considerable de nutrientes, que luego habrá que recuperar con un cambio en la dieta.

Alerta con los síntomas
Con la mala absorción de la fructosa el organismo es incapaz de sintetizar la serotonina, un neurotransmisor que se encarga de mantener el equilibrio en nuestro estado de ánimo. En este sentido, la deficiencia de este elemento se asocia a la depresión y ansiedad por comer alimentos dulces.

Otras señales que te pueden alertar sobre este padecimiento son:

  • Malestares digestivos, como hinchazón abdominal, flatulencias, calambres e incluso diarrea.
  • Deficiencia en la asimilación de nutrientes como zinc y el ácido fólico. Esto ocasionará que tus defensas bajen y tu sistema inmunitario se deteriore.
  • Alteraciones del ánimo, como depresión, irritabilidad y cansancio, precisamente por falta de serotonina en el cuerpo.

Diagnóstico

Al detectar los síntomas antes señalados, debes acudir a un especialista. En este caso, lo ideal es ir a un gastroenterólogo. Él te pedirá que realices un test de hidrógeno aspirado, o test de aliento.

Esta prueba se realiza en ayunas, para valorar la cantidad de hidrógeno que puedes espirar después de haberte suministrado fructosa. En palabras sencillas: un individuo intolerante a la fructosa libera hidrógeno cuando las bacterias intestinales no pueden absorber este azúcar.

Por lo tanto, si eres positivo en hidrógeno eres del grupo de personas que padecen de la malabsorción de la fructosa. Este es el examen apoyado por los especialistas para diagnosticar esta condición.

Cómo actuar frente si eres intolerante a la fructosa

Morán indicó que el tratamiento que debes seguir es acudir a un nutricionista o dietista que pueda recomendarte un plan alimentario sin fructosa. Deberás comer menos de 1 o 2 gramos al día en cualquiera de sus formas. Es decir, fructosa, sacarosa o sorbitol.

Señala que esta dieta solo la deben realizar quienes padezcan de esta condición y no personas sanas. Recuerda que al eliminar las frutas se reduce el aporte de antioxidantes, minerales, vitaminas y fibra, todos necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Sigue estos consejos para reducir los malestares

  • Evita consumir más de 35 gramos de fructosa: Es una tarea complicada porque existen muchos alimentos con este componente. Sin embargo, basta con que comas una manzana o una taza de café.
  • Presta atención a los zumos: Esto se debe a que pueden contener mucha cantidad de fructosa. Elige bien la fruta y calcula la cantidad que vas a utilizar.
  • Incluye las verduras: Un zumo de frutas con algunas verduras aportará mayor cantidad de fibra, lo que te permitirá reducir la velocidad con la que se produce la asimilación de los azúcares.
  • Usa endulzantes naturales: Opta por la estevia o el yacón. Son libres de fructosa y no afectarán tu salud.

Como ves, no es complicado detectar si eres intolerante a la fructosa. Los dolores abdominales deben ser la primera señal que consideres para acudir a un especialista. Evita tratarte por tu propia cuenta. Como comprenderás, este tipo de trastornos digestivos necesita de atenciones profesionales.

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