Muy Interesante.- Crear plasma, medir la velocidad de la luz… Con la sola ayuda de este electrodoméstico y de algunos objetos que encontrarás por casa, podrás llevar a cabo asombrosos experimentos.
La ciencia tiene la capacidad de hacer las cosas cotidianas más interesantes, de hacernos comprender lo que sucede a nuestro alrededor desde una perspectiva que estremece y obliga a reflexionar al mismo tiempo, combinando la racionalidad y los sentimientos en uno solo. La naturaleza está plagada de principios químicos y físicos que funcionan con la exactitud de un reloj suizo y hacen que muchos se replanteen el pensamiento que ya enunció Newton: “cuanto más estudio la ciencia, más creo en Dios”.
Durante siglos, el ser humano ha dedicado tiempo y esfuerzo a comprender las leyes naturales que le rodeaban, descifrándolas a partir de su ingenio, la observación y el ensayo-error. Si hablamos de experimentos, no hace falta irse a los rayos monocromáticos del doctor Frankenstein y sus ansias por crear vida a partir de la muerte para ver que la comprobación empírica de una teoría científica nos hace sentir ese orgullo humano por ser capaces de entender cómo funciona la realidad que habitamos.
Desde las primeras teorías de la gravedad pasando por el descubrimiento de las vacunas, la secuenciación del ADN, las pruebas atómicas o las colisiones de partículas logradas en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, la historia de la ciencia está plagada de éxitos y fracasos obtenidos gracias a la visión de grandes mentes. Y, aunque en menor medida, existen formas de trasladar ciertos principios científicos al ámbito familiar.
Puede que no nos demos cuenta, pero vivimos rodeados de tecnología y objetos que funcionan gracias a los avances de la ciencia. Sin ir más lejos, el microondas que usamos casi todos los días puede ser la herramienta perfecta para hacer algún que otro experimento sin liarla demasiado en casa (aunque siempre conviene tener cierta precaución). Bombillas fundidas que vuelven a la vida, plasma casero, jabón que se hincha como una palomita o huevos que explotan. Estos son algunos de los muchos experimentos que pueden hacerse con un microondas sin peligro.
¿Cómo funciona un microondas?
El microondas es uno de los electrodomésticos más comunes que podemos encontrar en una casa. Su funcionamiento se basa en la emisión de ondas de radio de alta frecuencia, que son absorbidas por los alimentos que contienen agua, grasas y azúcares y que provocan lo que se conoce como “calentamiento dieléctrico” o calentamiento por RF.
Cerilla encendida
Si metes una cerilla encendida en el microondas, sujeta con algún alimento para que se mantenga en posición vertical, y subes la potencia al máximo, generarás plasma como el que hay en el interior de la pantalla del televisor o el que abunda en el universo. Los globos de luz de color azul que emanan de la llama son el cuarto estado de agregación de la materia, ya que este se compone de átomos ionizados que han perdido sus electrones. Idéntico resultado se obtiene con un palillo de dientes.
Bombilla intacta
Al introducir en el interior del electrodoméstico una bombilla de tamaño estándar que mantenga su cristal intacto (esté fundida o no), esta se encenderá, empezará a emitir luz de diferentes colores y acabará explotando. Esta reacción es debida a la ionización del gas de su interior; una mezcla de argón, neón y nitrógeno que se introduce para que el filamento no entre en contacto con el oxígeno del aire.
Tableta de chocolate
Extrae del microondas el aro sobre el que gira el plato y hornea una tableta de chocolate a máxima potencia durante 90 segundos; se formarán dos hoyos que te permitirán calcular la velocidad de la luz (velocidad a la que viajan todas las ondas del espectro electromagnético). Para ello, deberás medir la distancia en centímetros entre ellos y multiplicarla por 2 y por 2.450.000, la frecuencia de las microondas. La cifra resultante, expresada en cm/seg, se aproxima al valor de la velocidad de la luz obtenido en los laboratorios.
Objeto metálico
Al contrario de lo que se piensa, olvidar una cuchara en el interior del microondas al calentar la comida no provocará una explosión que lo haga volar por los aires. El objeto de metal únicamente reflejará las ondas electromagnéticas e impedirá que el alimento se caliente. A lo sumo, si el objeto es puntiagudo, podrá producir una pequeña descarga de arco eléctrico que, en caso de haber sido introducido junto a una sustancia inflamable, sí podría prender fuego al interior.
Pastilla de jabón
Si metemos una pastilla de jabón en el microondas, se convertirá en una “palomita de maíz gigante”. Esta deformación se debe al calentamiento del vapor de agua atrapado en su interior, el cual se expande y ejerce presión sobre la pared de las burbujas de aire contenidas también en el mismo. Este experimento funciona con cualquier jabón, siendo idóneos aquellos que contienen más burbujas, es decir, los que flotan mejor.
Globos con agua
Si llenamos un globo de tamaño estándar (como los de la imagen) con un poco de agua, lo cerramos y lo metemos en el microondas, se inflará a los pocos segundos de ser calentado por efecto de la evaporación. Por descontado, hay que tener cuidado y apagar el microondas antes de que se hinche demasiado y toque las paredes. Una vez apagado, el globo se desinflará y volverá a su estado inicial.
Huevo crudo
Al intentar cocinar un huevo crudo con un microondas, lo más común es que este reviente y provoque un auténtico estropicio. La explosión se debe, como en el caso del jabón, a la generación de vapor de agua en su interior, que al no poder ser liberado a través de los poros de la cáscara, acabará por incrementar la presión interna hasta provocar su rotura. Para cocer un huevo en este electrodoméstico, será necesario retirar la cáscara, batirlo y ponerlo en un vaso.
¿Y un huevo cocido?
Cuando se cuece un huevo, las proteínas de la yema se aglomeran con el calor y generan pequeños compartimentos en el proceso. Cuando el huevo es recalentado en el microondas las proteínas de la yema superan los 100ºC y hacen que, al alterar estos compartimentos cuando se corta o muerde el huevo, se genere una reacción en cadena que provoca que el huevo explote y libere todo el calor que contenía.
La bolsa de las palomitas
Cualquier cinéfilo que se precie habrá observado que en las bolsas de palomitas se indica claramente qué lado debe apuntar hacia arriba y cuál hacia abajo al meterlas en el microondas. Pero, ¿qué horribles consecuencias conllevaría no seguir las normas y ponerlo al revés? Ninguna. La bolsa de las palomitas tiene una forma concreta, pensada para que se abra de una forma concreta que permita que se hagan las máximas palomitas posibles.
Acercarse
Situarse cerca del microondas y mirar fijamente cómo se cocina la comida no causa ningún perjuicio a la salud. Como en el caso de los cubiertos, la pared que recubre el interior del electrodoméstico también es metálica, con lo que refleja las ondas electromagnéticas y las aísla del exterior. Incluso si el electrodoméstico tuviera alguna rotura por dónde dejar escapar las ondas, se trata de radiación ionizante de muy baja frecuencia, que con mucho podrían producir quemaduras o alterar un marcapasos, pero no causar un cáncer.
¿Sigue funcionando el móvil si lo metemos en el microondas?
Si introducimos un móvil en el microondas y llamamos a ese número, observaremos que el dispositivo funciona a la perfección y comenzará a sonar, como también recibirá los mensajes que se le envíen. Aunque es cierto que la cobertura del microondas aísla las emisiones que se producen en su interior, esta está pensada para impedir el paso de una longitud de onda muy concreta, la de las microondas. Las ondas emitidas por el móvil tienen una frecuencia menor, por lo que estas atraviesan el aparato sin problemas y le permiten seguir funcionando.
¿Tiene fugas tu microondas?
Aunque es un electrodoméstico muy utilizado y presente en casi cualquier casa, sigue siendo un aparato relativamente nuevo y eso hace que existan mitos en torno a los peligros del microondas. Aunque el dispositivo está diseñado para evitar que la radiación que emite salga, hay una forma muy sencilla de comprobar si el microondas tiene alguna fuga por la que se filtre: colocar un vaso de agua delante del aparato y encenderlo durante unos minutos. SI el agua se ha calentado, significa que la radiación puede salir fuera del dispositivo, pero esto solo ocurriría en casos muy extremos.
(Debe hacerse bajo la supervisión de un adulto)
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