Notimex.- Villahermosa. El pozol, bebida ancestral con base en el maíz cocido, molido con cacao en polvo, pasó de ser un producto alimenticio básico para trabajadores del campo tabasqueño, a un batido combinado que cautiva el paladar de los turistas.
Del maíz, alimento propio de los pueblos indígenas y el cacao, producto que dio al mundo el chocolate, se genera una masa, que al diluirse con agua se espesa y para el trabajo rudo resulta un alimento además de una bebida refrescante, aún a temperatura ambiente.
El poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, en uno de sus más célebres poemas canta: “Yo que de Tabasco vengo/con nudos de sangre maya/donde el cacao molido/dio nuevo sentido al agua”.
Para Carlos Mario Notario Jiménez, propietario desde hace 18 años de uno de los más reconocidos negocios en la venta de pozol, ubicado sobre la avenida Usumacinta, ha sido fuente de subsistencia desde que era pequeño.
“Comenzamos a trabajar desde chicos (con su hermano), mi mamá nos daba para vender las pelotas de pozol con melcocha, un dulce sobre hoja de naranja. Ahí aprendimos cómo lo hacía”, dijo.
En su negocio, donde las licuadoras suenan de forma constante en la preparación de la bebida, señaló que hay muchos expendios, pero que el secreto está en la preparación y “encontrar el punto”.
Además, fueron los primeros en dar variedad al pozol, al mezclarlo con horchata o con leche.
Pero también está el pozol agrio, una de las dos formas de tomarlo desde hace muchos años entre los tabasqueños, además del que llaman fresco o simple.
“Se deja reposar entre 10 y 20 días, hasta que le sale el pelito, a veces a algunos les gusta de un mes, se toma con azúcar o ahora con horchata, hasta parece yogurt”, expresó.
Esta variedad, dijo, muchos la buscan los domingos “porque dicen que quita la cruda”.
Los mayas, refirió, elaboraron pozol en su forma original, blanco, sólo con maíz, al cual se le agrega cal al cocerlo para pelarlo y luego lo lavaban antes de molerlo en piedra y revolverlo con agua.
“Luego se introduce el cacao para darle otro sabor (con este ingrediente también se conoce como chorote), el pozol se toma en Chiapas y en Tabasco, pero es aquí donde ha quedado más la costumbre y se ha promovido más”, indicó.
A diario, desde las 3:00 horas, indicó, cuece el maíz, un promedio de 50 kilogramos, con lo cual da comienzo el proceso de elaboración, hasta formar bolas de pozol que se vende por pesaje para preparar en casa o ya mezclado en diferente variedad.
Además, también se vende la masa sólo con maíz, sin el cacao, para la elaboración de empanadas, tortillas a mano o panuchos.
“El pozol es la bebida típica de Tabasco y se acompaña con un dulce de la región, como oreja de mico (papaya tierna), de papaya normal, de nance, de grosella, de calabaza o de cualquiera de toda la variedad que hay”.
Carlos Notario, quien tiene en las paredes diferentes reconocimientos a la calidad y preservación de tradiciones tabasqueñas, afirmó que por la mañana, si no da tiempo de desayunar, con tomarse un pozol se aguanta hasta la hora de comer.
“Porque es una bebida tipo alimento, que quita el hambre y quita la sed, a mi papá se lo llevábamos porque trabajaba sacando arena del río, y con eso aguantaba”, refirió.
Incluso, aseguró que quien venga a Tabasco y prueba el pozol, se queda o regresa.
“Yo digo que sí es verdad, porque ha venido gente de Jalisco y cada que regresa a Tabasco, se vienen a tomarse su pozol”, expresó.
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