Notimex.- El municipio de Simojovel de Allende, en Chiapas, es famoso por su producción de ámbar y por ser una zona en conflicto, donde predominan las comunidades de la etnia tzotzil y donde existe una fuerte presencia de la guerrilla zapatista.
Ahí, el 12 de junio del año 2000, fueron asesinados seis policías estatales y uno municipal, en una emboscada que hasta la fecha no se ha esclarecido. Se culpó del múltiple homicidio al profesor rural de entonces 29 años de edad, Alberto Patishtán Gómez, oriundo del vecino municipio de El Bosque.
Patishtán Gómez fue arrestado el 19 de junio de ese año y siempre alegó ser inocente; muchos testigos afirmaron haber estado con él en otro pueblo a la hora en que se cometió el crimen, además, denunció múltiples irregularidades en el proceso en su contra, como haber sido detenido sin una orden de aprehensión.
Antes de su arresto, el profesor de origen tzotzil ya era conocido en la zona por su activismo político. Pertenecía a la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y era crítico contra el entonces presidente municipal de El Bosque, Manuel Gómez Ruiz.
Patishtán fue sentenciado a 60 años de prisión el 18 de marzo de 2002. Estuvo encarcelado en el penal de Cerro Hueco, posteriormente en El Amate. Sus familiares y habitantes de El Bosque organizaron una férrea defensa, mientras que el maestro rural siguió con su activismo dentro de la cárcel.
Ya encarcelado, se adhirió al grupo de presos La Voz del Amate y a La Otra Campaña, organización de simpatizantes con las comunidades zapatistas.
Enseñó a varios reos indígenas a leer y hablar español. En el año 2008 encabezó una huelga de hambre de 41 días para exigir su libertad y la de otros presos, lo que derivó en la revisión de varios expedientes.
Pero a partir de 2010, Alberto Patishtán tuvo que enfrentar otra pelea además de la legal: su salud, pues le fue diagnosticado un tumor cerebral.
Su condición delicada lo llevó a diversos hospitales penitenciarios como el de Guasave, Sinaloa y de San Cristóbal, Chiapas. También fue operado en el Instituto Nacional de Neurología “Manuel Velasco Suárez”, en el Distrito Federal pero ha perdido casi por completo la visión en un ojo.
La mala condición de salud también incrementó la presencia del caso en los medios de comunicación y arreció los señalamientos contra las autoridades. Organizaciones defensoras de los derechos humanos, nacionales e internacionales, hicieron severos cuestionamientos a las autoridades mexicanas.
Las presiones y los argumentos dieron fruto este año, en el que el caso logró colarse hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Pero después de un análisis, el pasado 6 de marzo, la Primera Sala del máximo tribunal determinó que no atraería el caso por considerarse incompetente, ya que correspondía al Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, con sede en Tuxtla Gutiérrez, resolver si Patishtán era inocente o culpable.
Dicho tribunal decidió ratificar la condena de 60 años de prisión. El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello y diversos actores políticos se pronunciaron por su libertad al demostrarse las irregularidades en el juicio, mismas que no podrían revertir el veredicto debido a que las instancias de impugnación estaban ya agotadas.
El indulto presidencial era la única solución, pero la ley no lo permitía en este caso, por ello el Congreso presentó una reforma al Código Penal Federal que fue aprobada finalmente el pasado martes 29 de octubre y el 30 de octubre publicada en el Diario Oficial de la Federación.
El mismo 29 el presidente de la República, Enrique Peña Nieto anunció que pediría este beneficio para el profesor tzozil. Así, a los 42 años de edad, después de 13 años encarcelado injustamente, el profesor y activista chiapaneco finalmente será liberado.
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