Por: Gabriela García Guzmán
A pesar de que el parque Nicolás Bravo, “Paseo Bravo”, es una de las plazas públicas más concurridas por la sociedad, se ha convertido en un albergue para los amantes de lo ajeno, debido a que todos los días se reporta de uno a dos asaltos en la zona.
A pesar de que la Secretaría de Seguridad Pública mantiene elementos de seguridad, por las obras de pavimentación en concreto hidráulico de la 11 norte- sur, esto no ha resuelto el problema que aqueja a los poblanos que acuden cotidianamente.
En entrevista, Gabriela López, estudiante del Colegio Cultura, que se ubica en la 3 Poniente y 13 Sur, compartió con este medio su impresión: “normalmente camino por el Paseo Bravo en las noches para tomar mi transporte, pero la verdad tengo miedo porque dicen que los asaltos han incrementado, pero ya ni modo, no hay otra zona donde pueda tomar mi camión”.
Asimismo, Gloria Muñoz, trabajadora de una oficina de la zona, indicó que ha sido víctima de dos asaltos en la plaza pública y varios de sus compañeros han sido víctimas de los amantes de lo ajeno, debido a que llegan a la oficina a las 8 de la mañana y algunos sales después de las 22 horas.
Por lo anterior, solicitaron la pronta intervención del gobierno municipal para terminar con los asaltos a transeúntes, principalmente.
En varias voces, que no quisieron dar su nombre, coincidieron que transitar por las noches representa un peligro; sin embargo, no les queda de otra, ya que tienen la necesidad de caminar por ahí.
Cabe destacar que pese a que el Paseo Bravo tendría que contar con alta seguridad, por ser un lugar de gran afluencia de personas y de estudiantes, el actual ayuntamiento de Puebla no ha podido controlar la inseguridad en dicho espacio céntrico.
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