Las esferas, el brillo poblano en los árboles de navidad

Foto: Antonio Zamora

Por: Antonio Zamora

En lo que es la última parte de una serie de reportajes que se presentaron a lo largo de la semana, buscando dar espacio a artistas poblanos, que en estas fechas decembrinas exhiben y venden sus productos, como las figuras del nacimiento o piñatas, en esta ocasión toca el turno a las esferas que adornan los árboles de navidad, piezas de arte que sirven de sustento al municipio poblano de Chignahuapan.

Desde hace 40 años, Chignahuapan, ubicado al norte del estado de Puebla, comenzó con la fabricación y distribución de este adorno dándole proyección a nivel Nacional, pues personas de varias partes de la República acuden cada año a este municipio a surtirse de esferas.

Foto: Antonio Zamora

Actualmente, en Chignahuapan hay alrededor de 400 talleres donde se fabrican estas piezas de vidrio, los cuales elaboran casi 40 millones de esferas al año las cuales llegan a todo el Estado, varias partes del país, Estados Unidos y Brasil.

Su elaboración genera unos 4,000 empleos directos, por ende es la actividad económica más importante del lugar. Si bien en la Feria Nacional del Árbol y la Esfera, que se hizo del 26 al 3 de noviembre, se inició con la comercialización del producto, a unos días que se celebre navidad y justo en medio de los días de posada, la venta de esfera está a tope.

Las esferas son obras totalmente artesanales, pues desde el vidrio soplado, hasta su decoración y empaque, es realizado por los habitantes de Chignahuapan. Los diseños van desde campanas, muñecos de nieve, ángeles o con la tradicional forma redonda, por lo que en cada pieza va un pedazo de creatividad, esfuerzo y cariño de un poblano

Foto: Antonio Zamora

Incluso varias fábricas dan recorridos a los visitantes por los diferentes talleres en los que se hace cada proceso de elaboración, para que al final el propio turista pueda hacer su propia esfera. Los precios varían, pues hay piezas con valor de 10 pesos hasta 300.

Como pasa con las figuras del nacimiento y las piñatas, la invasión de productos de importación amenaza con terminar con la producción de esferas nacionales, una pieza que sin su presencia en el árbol de navidad, no causaría la misma emoción.