‘Falsa crónica de Juana la loca’, obra maestra de Alma Muriel

Notimex. La puesta en escena “Falsa crónica de Juana la loca” fue la obra maestra de Alma Muriel, quien nunca pudo igualar o superar su éxito con otro montaje, afirmó Miguel Sabido.

El dramaturgo recordó el profesionalismo de la actriz fallecida el domingo pasado a los 62 años en Playa del Carmen, donde residía por cuestiones de salud.

“Alma fue una de las actrices más valientes en escena que jamás haya conocido. Ella daba todo en el escenario, sus interpretaciones eran soberbias, exactas, extraordinarias. Siempre nos sentimos orgullosos de la obra que hicimos”, añadió el también productor mexicano.

“Falsa crónica de Juana la loca”, es considerada una de las obras más importantes en la historia del teatro mexicano junto con “El Gesticulador”, de Rodolfo Usigli y “Cada quien su vida”, de Luis G. Basurto.

Miguel Sabido presentó la obra por primera vez en 1982 con un reparto integrado por María Elena Saldaña, Juan Ignacio Aranda, Joanna Brito y Alma Muriel como estelar, entre otros.

“Yo escribí la historia para María Elena Saldaña, para que hiciera a la bufona ‘Mariana’ que conduce toda la trama. Cuando estaba en la búsqueda de la actriz protagónica, ella me sugirió a Alma, quien para entonces hacía películas de la época y no se hablaba de ella como una gran artista.

“Sin embargo, confié en María Elena y le di una oportunidad, aparte de que antes habíamos trabajado en la telenovela ‘Ven conmigo’ (1975) e hizo un buen papel. Me dediqué entonces a ajustar la obra a su medida, para su voz, su forma de moverse, sus registros y así logramos un milagro, algo legendario”, resaltó el dramaturgo en entrevista con Notimex.

La primera temporada transcurrió en la iglesia de San Agustín, en la Ciudad de México, después la representaron en Tepozotlán, Morelos; en los teatros Xola, San Jerónimo y Tepeyac. Además realizaron una gira de casi un año, visitando ciudades como Monterrey.

En 2004 la montaron en el Teatro de los Insurgentes con Antonio Rangel, Martha Zavaleta, Joanna Brito y Juan Ignacio Aranda en el reparto.

“Cada noche se hacía el milagro. No había función que terminara sin aplausos de pie y con ella diciéndole a la muerte: ‘Yo triunfo sobre ti’, mientras que María Elena Saldaña, arriba de un ataúd, se reía a carcajadas.

“Cuando yo apagaba la luz y la encendía de nuevo, el público ya estaba de pie, gritando bravo e incluso varios lloraban por tan sublimes actuaciones, eran noches maravillosas e inolvidables”, recordó.

“Falsa crónica de Juana la loca” se presentó en inglés en el famoso “Theater of La Mamma”, en la Bilingual Company de Los Ángeles y en Filipinas. En 2004, se reestrenó en el XXX Congreso Mundial de Teatro convocado por la UNESCO en el puerto de Tampico para inaugurar el Teatro Metropolitano.

“Hicimos mil representaciones con Alma y en las mil el público siempre se puso de pie para ovacionarla. Fue un fenómeno único en la historia del teatro mexicano y estoy muy agradecido por haber estado dentro del proceso”, destacó Miguel Sabido.

A sus 76 años, el maestro descarta reponerla, pues no cree que ninguna actriz esté a la altura de Alma Muriel ni tampoco augura un éxito similar o superior.

“Alma jamás superó ‘Falsa crónica de Juana la Loca’ y yo tampoco. Fue un esfuerzo de juventud, los dos éramos muy jóvenes, ella tenía 30 años y yo 40. Siempre he pensado que segundas partes no son buenas y no pienso reponerla. Quien tuvo la suerte de verla, qué bien y quien no, qué pena porque se perdió de una gran puesta en escena”, afirmó.

La tragicomedia abunda en el caso de “Juana”, hija de los Reyes Católicos Fernando e Isabel de Castilla, quien casada por finalidades políticas con “Felipe El Hermoso”, soberano de los Países Bajos, desde el primer momento queda perdidamente enamorada de él.

Para el director de teatro, “Juana la loca” fue la verdadera reina en España durante los años que Hernán Cortés descubrió, conquistó y colonizó la Gran Tenochtitlán.

Después de la obra, Sabido y Muriel hicieron mancuerna de nuevo para rendir homenaje a Guadalupe Amor, al lado de Ofelia Guilmain e Ignacio López Tarso.

Con este nuevo trabajo pusieron fin a una serie de especulaciones respecto a la pésima relación que ambos llevaban.

“Un periodista dijo que habíamos acabado muy mal, pero no fue así. Si bien, Alma Muriel era una actriz con temperamento de gran intensidad, yo siempre he sido un director eficiente y demandante, pues me gustan los actores y actrices que no tengan miedo en el escenario, que se lancen como si fuera ópera. Pero de ahí a enemistarnos, nunca”, aseguró.

Consideró que la gente inventa mucho, pues la realidad es que su posición ante ella siempre fue de infinito respeto:

“La admiré profundamente y le estaré eternamente agradecido porque juntos creamos una de las obras legendarias en el teatro mexicano. Cuando la pusimos en Monterrey, contraté a 150 actores para que fungieran de monjes, también a un coro de 14 hombres para que la acompañaran. Siempre quise hacer un gran espectáculo a la altura de Alma y por fortuna, se logró”.

Hace seis meses, el dramaturgo habló por teléfono con Alma Muriel, precisamente cuando ella le ofreció en venta su casa de Cuernavaca, Morelos.

“Me dijo que se iba a comprar un departamento en Quintana Roo y que andaba vendiendo su casa de Cuernavaca. Me preguntó si la quería y le dije que no porque era muy grande. A ella le gustaba mucho estar sola, hacía yoga y meditaba mucho, no supe más”, concluyó.

En la actualidad, Miguel Sabido, retirado de la dirección escénica, se dedica a “ponerle orden a todo lo que hice en mi vida”, y en espera de algún proyecto en televisión con la cadena que sea.

Recién concluyó la grabación de la serie “Aprender a vivir”, protagonizada por María Rojo y Angélica Aragón, la cual se refiere a la Reforma Educativa, bajo la producción de la Secretaría de Educación Pública.