Notimex.- A más de 50 años de que fuera montada por última vez, se reestrenó Atzimba, una obra del compositor Ricardo Castro y que fue montada en el estado para conmemorar el 150 aniversario del natalicio del músico duranguense.
Este reconocimiento inició con la colocación de una ofrenda floral por parte de las autoridades del Gobierno del Estado, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), así como artistas e investigadores en el monumento a Ricardo Castro que se encuentra afuera del teatro principal que lleva su nombre.
La importancia del reestreno de la opera de tres actos, tras más de 50 años de no ser montada, radica en la labor de rescate que por más de una década realizó Arturo Márquez quien reconstruyó la ópera debido a las imperfecciones que contenía los manuscritos originales.
Márquez llevó a cabo dicho trabajo, de este segundo acto, en colaboración con el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical (CENIDIM).
Atzimba fue una de las primeras óperas en México que en el libreto y su musicalización fue concebida en español, dicha obra tiene enfoque mexicanista en años en que aún prevalecía el estilo de crear óperas en italiano.
Esta presentación es un suceso histórico para Durango ya que se trata del primer montaje operístico realizado en la localidad y su realización fortalece el reconocimiento nacional que se le hace a Ricardo Castro, manifestó el director del Instituto de Cultura del Estado Rubén Ontiveros Rentería.
En un lleno total del recinto teatral, se interpretó la obra que se desarrolla en Michoacán en 1522 y en la que narra el amor frustrado entre la princesa Atzimba con el oficial español Jorge de Villadiego.
El elenco principal corrió a cargo de Olivia Gorra quien protagonizó a Atzimba, José Luis Duval interpretó a Jorge de Villadiego, el personaje de Sirunda amiga de Atzimba fue a cargo de Ana Caridad Acosta; Rufino Montero actuó como Huepac el gran sacerdote de la luna; Hirepan General Tarasco Armando Gama y Carlos Sánchez fue el Rey Tzimzitcha.
El director concertador fue Enrique Patrón de Rueda; el concepto escénico le correspondió a Luis de Tavira y el director de escena fue Antonio Salinas; en el montaje participó la Orquesta Filarmónica de Durango, el ensamble coral fue del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED) y el coro de Guillermo Sarabia de Mazatlán, Sinaloa.
La obra se estrenó por primera vez el 20 de enero de 1900 en el Teatro Arbeu como una zarzuela misma que fue adaptada al italiano debido a que la compañía italiana se le dificultaba cantar en español, esto según lo documentó Arturo Márquez y Abelardo Olivera.
En ese mismo año pero en noviembre, Atzimba fue reestrenada como ópera, su dificultad para traducirla al italiano trajo una serie de complicaciones la cual que afectaron a la edición completa, ya que los manuscritos tenían imperfecciones.
Estos factores incidieron para que Atzimba fuera puesta en escena, y su última interpretación completa fue en 1952, según las investigaciones hechas por Márquez y Olivera.
Ontiveros Rentería resaltó la importancia de este hecho histórico y cultural para el estado y rescatar esta obra esto en el marco del aniversario 150 del natalicio de Ricardo Castro.
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