Notimex.- El trovador cubano Silvio Rodríguez fascinó con su música y poesía a casi 10 mil personas que asistieron al primer concierto que ofreció en esta ciudad, como parte de su gira “Mi última cita”.
Sin discursos políticos ni reproches en contra de gobiernos, el cantautor, uno de los más grandes autores de la historia de la canción iberoamericana, logró que el público se apasionara con su obra musical desde el primer instante en que apareció frente a la sala del Auditorio Nacional.
Más de 20 temas integraron su repertorio durante más de dos horas de recital y varios intentos de despedida, pues con aplausos y coreando su nombre, sus seguidores lo hicieron volver cuatro veces al escenario en la noche del domingo.
Con “Una canción de amor esta noche”, “Tu mirada me espanta”, “Los días del agua” y “Con melodía adolescente” inició la velada romántica al lado de ocho músicos: Jorgito Aragón, Jorge Reyes, Oliver Valdés, Emilio Vega, Niurka González y el Trío Trovarroco.
“Son canciones reunidas durante mucho tiempo. Son para personas que aman, como ustedes, que son amados. Gracias por estar aquí”. Viva México”, expresó Silvio a modo de presentación.
“Esta canción se llama ‘Carta a Violeta Parra’, incluida en el último disco que hice. ¿Cómo se llama?”, preguntó a sus músicos y tras responderle que se trataba de “Segunda cita”, el artista comentó:
“A veces quiero hablar de un tiempo y hablo de otro, tengo que pedir ayuda. No son los años, es la cantidad de discos”, comentó el creador de más de 20 álbumes y más de 500 canciones.
“Mariposas”, que compuso en 1972 antes de visitar México por primera vez, continuó en el programa y después entregó “En cuál de esos planetas”. Entre cada tema o en el transcurso, el público lo llenaba de halagos.
“¡Silvio, eres grande!” y “¡Nunca te vayas, Silvio!” fueron algunas frases que retumbaban en el majestuoso Auditorio Nacional, pero el fundador de la Nueva Trova Cubana seguía concentrado en su música.
Con atuendo oscuro, de barba crecida surcada por canas, boina y audífonos, el cubano mantenía la vista frente al atril y pocas veces miraba hacia el público.
Entonces, hizo una pausa para que el Trío Trovaroca rindiera un homenaje a Compay Segundo. Los guitarristas tocaron “Chan Chan” y al finalizar fueron ovacionados, sobre todo por el virtuosismo en su instrumento de Maikel Elizarde.
“Ahora quiero evocar lo que le sucede al espectador cuando ve una serie de cuadros e inspirándome en eso titulé a esto ‘Exposición de mujer con sombrero’ (1970). Si quieren aplaudir, aplaudan, pero a ver si se aguantan hasta el final para que oigan la obra”.
Compartió así su “Tetralogía” integrada por “Dibujo de mujer con sombrero”, “Óleo de mujer con sombrero”, “Detalle de mujer con sombrero” y “Mujer sin sombrero”. No obstante la petición del artista, para algunos fue difícil no aplaudir.
“El papalote”, “Ojalá” y “Unicornio” llueven como peticiones desde las butacas, pero a un costado una voz masculina le grita: “¡Canta la que quieras!” y Silvio con una sonrisa, responde: “Gracias, eso me hace feliz”.
Con “La gota de rocío”, “Quién fuera”, “Qué poco es conocerte” y “Pequeña serenata diurna” emocionó a los presentes que ahora le decían: “México te quiere”, “Viva Cuba”, “Viva la Revolución Cubana”, mientras que Silvio, quien dijo estaba “muy hablador” esa noche respondía con un prolongado “Viva México”.
Un coro monumental lo acompañó en “La era está partiendo un corazón”, lo mismo en “Ángel para un final”, hasta que se levantó de su silla, agradeció al respetable y abandonó el escenario.
Pero el público se resistía a que la velada terminara y lo expresaba a través de gritos y aplausos. “¡Silvio, Silvio!”, era la frase que con el más profundo sentimiento, retumbaba con fuerza en el Auditorio Nacional y su artista favorito no los hizo esperar tanto.
Volvió y tras colocarse de nuevo los audífonos, beber un trago del vaso a su costado y repasar sus partituras, entregó en solitario y con guitarra en mano: “Rabo de nube”, que compuso en el Distrito Federal.
Luego de “Demasiado”, hizo un segundo intento por irse y sus fans lo llamaron de nuevo. Volvió con el emblemático “Ojalá”, que sonó con nuevos arreglos musicales y se fue otra vez, pero de nuevo lo hicieron regresar.
Ahora compartió “El necio” y “Haces bien” (Canción a una microbrigadista”. Se retiró y aunque las ovaciones se prolongaron por tres minutos, el vitoreado trovador no volvió al escenario y no lo haría más, pues la música ambiental en el recinto fue la señal del adiós.
Durante su visita a México, Silvio Rodríguez se presentará también en Puebla; Guadalajara, Jalisco; Tijuana, Baja California; Hermosillo, Sonora y Monterrey, Nuevo León.
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