Primer museo de Puebla es un recinto que parece dulce de alfeñique

Written by Redacción. Posted in Minuto a Minuto, Noticias Destacadas, Sociales

Published on mayo 16, 2014 with No Comments

casa de alfeñiqueNotimex.- El Museo Regional Casa de Alfeñique fue el primer museo del estado, el cual debe su nombre a su fachada que parece decorada por el tradicional dulce de alfeñique, que por muchos años se elaboró en las cocinas poblanas, un dulce con azúcar, clara de huevo y almendras.

Cuenta la leyenda que un enamorado le propuso matrimonio a su novia, y ella le puso como única condición para casarse, que le hiciera una “casa de dulce”, promesa que el enamorado cumplió al construir esta casa en la calle 4 Oriente 416, centro histórico, y que fue decorada con argamasa, simulando merengue.

La argamasa es un trabajo totalmente artesanal y se elabora con baba de nopal, cal y arena. Esta masa blanca rodea todo la fachada y laterales de la casa, aparentando que la construcción está cubierta de un gran merengue.

Dicho recinto ofrecerá el viernes 16 de mayo, con motivo del Día Internacional de los Museos, un concierto de cuerdas a las 19:00 horas, mientras que el sábado tendrá una Noche de Museos, que consiste en permitir la entrada gratis a todo el público, de 17:00 a 22:00 horas.

En 1785, Juan Ignacio Morales compró la casa en un costo de tres mil pesos. Se dedicó a remodelarla durante cinco años. Fue en 1790 cuando terminó de construirla, tal cual se conoce ahora, con esa decoración que la hace única y exquisita, con una inversión total de 14 mil 900 pesos en oro de esa época.

Desde entonces se le conoce como Casa de Alfeñique o de Confite. “Es un museo muy visitado y muy atractivo, que arquitectónicamente se vende solo. Basta mirarlo por las noches muy iluminado, que provoca que la gente se asome y descubra que es un museo con una gran riqueza”, dijo a Notimex, Patricia Vázquez Olvera, directora del Museo Regional Casa de Alfeñique.

Desde 1790, Juan Ignacio Morales vivió en esta casa con toda su descendencia durante 84 años, pero al no poder pagar la hipoteca, la vendieron a Alejandro Ruiz Olavarrieta, quien fue uno de los fundadores del monte de piedad Vidal Ruiz. Ocupó la casa junto con su familia durante 22 años y después la donó a la beneficencia pública.

El pasado 5 de mayo, este museo cumplió 88 años de vida, y hace cuatro años pasó por una remodelación, por lo que permaneció cerrado de 2009 a 2010.

Estas acciones permitieron reestructurar todo el recinto, abrir nuevas salas por lo que hoy cuenta con 18 salas de exhibición.

“Se le dio un replanteamiento museológico e histórico-cronológico, pues sí bien cuenta la historia de Puebla, también relata los momentos históricos importantes por los que pasó la capital poblana”, explicó Vázquez Olvera, quien aseguró que al año este museo recibe más de 45 mil visitantes.

Abundó que este museo cuenta con una pinacoteca, donde hay una variada muestra de óleos de pintura religiosa, pero lo más llamativo, se ubica en el segundo nivel de la casa, donde se tiene una representación de la vida cotidiana de cuando esta casa era casa-habitación de finales del siglo XVIII y mediados del XIX.

El trabajo que hace la titular de este recinto tiene como propósito principal lograr que haya una conexión entre el público que visita estos recintos y el propio museo, que se transporten a la época que oferta el museo que visitan, que sientan lo que observan.

“Este año el lema es: Museos las colecciones crean conexiones. Y eso es lo que queremos, crear una conexión con los visitantes para que se transporten a la época que están mirando en el museo”, detalló.

“Acá contamos con una cocina típica poblana, y es de las pocas casas del siglo XVIII que conserva su capilla familiar, y que está abierta al público”, relató.

En un recorrido, que dura cerca de una hora, también se puede conocer la sala sobre Arqueología, otra sala sobre la Conquista; en la cual existen cuatro códices en original, de los cuales tres están pintados sobre tela de algodón y uno pintado sobre piel de borrego del siglo XVI.

Casa de Alfeñique también cuenta con la sala que refiere a la Fundación de Puebla, una sala sobre Crecimiento Demográfico; en el cual se muestran los primeros planos del centro histórico y cómo fue creciendo la ciudad.

En la sala La Colonia, el visitante conoce por qué Puebla llegó a ser la segunda ciudad más importante de la Nueva España, la trascendencia que tuvo por su territorio que llegaba de mar a mar, y por qué llegó a funcionar como una gran bodega comercial para repartir a diferentes puntos de la República Mexicana.

Mientras que “en la sala de La Colonia, también se encuentra la historia de uno de los personajes más importantes de Puebla, La China Poblana, que llegó a través de una nave de China y que se convirtió en un elemento identitario que nos representa y nos identifica como mexicanos”, explicó.

En la sala de la Batalla del 5 de Mayo se conservan óleos importantes del artista Patricio Ramos, y que son los que aparecen en los textos gratuitos de historia; también tiene óleos de Ignacio Zaragoza, y de los pocos que hay de Porfirio Díaz cuando joven. Este último óleo participó en Palacio Nacional en la mega exposición del Bicentenario.

La sala también cuenta con muestras de las antiguas monedas, armas, así como de los personajes de Tetela de Ocampo conocidos como los Tres Juanes, quienes coordinaron los batallones de la Sierra Norte cuando la intervención francesa de 1862.

En la sala Usos y Costumbre: Vida Cotidiana Siglo XIX, se refleja cómo se vestían y vivían las personas en esa época. En la sala Porfirio Díaz se explica a los asistentes cuánta influencia hubo en los mexicanos a nivel comercial con la llegada del ferrocarril, y por la influencia francesa.

Por toda esa riqueza en su acervo museístico, el Museo Regional Casa de Alfeñique es visitado por locales, nacionales y extranjeros, permitiendo que durante el programa Noche de Museos, se registre cada vez más un incremento en el número de visitantes.

El proyecto Noches de Museos inició en el 2011, entonces se ofrecieron ocho noches durante todo el año, registrando seis mil 436 visitantes. Para 2012 se ofrecieron 17 fines de semana en el año, registrando Casa de Alfeñique 18 mil 347 visitantes.

En el 2013 Casa de Alfeñique solamente participó en 15 Noches de Museo, y recibió 21 mil 412 visitantes. En lo que va de 2014 se han organizado cinco Noches de Museos y suman ya siete mil 456 personas, cifra que se estima aumentará en lo que resta de este año.

Esta hermosa casa, donde dos meses antes de su muerte, el escritor Carlos Fuentes grabó un documental sobre la Batalla del 5 de mayo.

“Lo más importante de los museos es lograr un click entre museo y público. Dejar a un lado el miedo a visitar a los museos, creyendo que son sitios aburridos”, destacó.

“Además, visitar un museo es una manera óptima de conocer de nuestro pasado, en lugar de aprenderlo de memoria leyendo sólo de los libros. Acudir al museo es una manera de aprender, de conectarte y de disfrutar de la historia”, resaltó.

La ciudad de Puebla cuenta con una vasta oferta de museos públicos y privados, por lo que pobladores y visitantes gustan de también de conocer el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, a cargo del gobierno federal, y el Museo Regional de la Revolución Mexicana a cargo del gobierno estatal.

Así como el Museo Amparo, de la iniciativa privada, y los museos universitarios Casa de los Muñecos, por parte de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y Capilla del Arte de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). Todos ellos ubicados en el primer cuadro de la ciudad.

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