Agencias. Tras semanas de especulación sobre una eventual desinversión y teniendo como contexto las inconformidades de Petróleos Mexicanos (Pemex) con la administración de la petrolera española Repsol, la paraestatal mexicana vendió ayer 7.86% de su participación accionaria en la empresa ibérica.
Pemex se desprendió así de poco más de 104 millones de títulos, que cerraron ayer en el mercado de valores español cotizando a 20.87 euros cada uno, lo que valuaba el paquete accionario en cerca de 2,170 millones de euros. No obstante, la venta se realizó con un descuento de 3.5% por títulos, siendo los agentes compradores Citigroup y Deutsche Bank.
Cabe destacar que cuando compró un paquete de 56.3 millones de acciones en agosto del 2011,para elevar su participación en Repson de 5 a 9.4%, Pemex pagó 1,122 millones de euros, considerando un desembolso de 19.82 euros por título.
De haber comprado hoy el paquete accionario, la estatal mexicana estaría desembolsando casi 5% más de lo que gastó entonces y por este mismo volumen de títulos habría pagado 1,175 millones de euros. Según las cotizaciones, en agosto del 2011 la participación accionaria de 7.8% de Pemex en Repsol valía 2,071 millones de euros y ayer se apreció en 2,170 millones de euros. Aunque se percibe una diferencia positiva entre ambas cantidades, cabe recordar que para efectuar su adquisición accionaria en el 2011, Pemex tuvo que endeudarse por casi 600 millones de euros, por lo que incurrió en costos financieros que probablemente borrarían dicho diferencial, sin considerar además el costo de oportunidad de la inversión.
También, en el 2012, después de la compra, la inversión que realizó Pemex el año anterior en Repsol le resultó en una pérdida de 10,000 millones de pesos, unos 625 millones de euros en un año, derivado de los movimientos en las acciones de Repsol en el mercado bursátil español.
Cuando concluya la venta de títulos, que arrancó ayer a las 2 de la tarde, tiempo de México, a cargo de los bancos Citigroup y Deutsche Bank, la estatal mexicana se quedará con 1.6% accionario.
“Ésta es una decisión de mercado y no le impide a Pemex en un futuro hacer alguna asociación en el nuevo esquema de la reforma energética que va a arrancar en México”, explicó el especialista del sector y ex funcionario de Pemex, Roberto Ortega Lomelín.
YA ERA OBVIO
La relación entre Pemex y Repsol sufrió un desgaste importante cuando la mexicana aumentó su participación tradicional de 4.4 a 9.4 accionario en el 2011; entonces intentó aliarse con el hasta entonces accionista mayoritario Sacyr Vallehermoso, para separar la figura de presidente del Consejo de la española de la de director, ambas ocupadas por Antonio Brufau.
Al final, Brufau se quedó en la presidencia de la compañía y cedió una Dirección General de Comunicación y Presidencia, creada hasta entonces, a Begoña Elices García.
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