Reactivación económica de México se percibiría en 2015: experto

Notimex.- La reactivación económica de México, tras las reformas estructurales que vive en estos momentos, podría comenzar a apreciarse a partir del año 2015, aunque para ello tienen que dar resultados.

El director de Latin America Economics, IHS, Rafael Amiel, expuso lo anterior al hablar en el foro: “Perspectivas de la Economía en México”, donde destacó que México presenta un escenario particular que lo diferencia de los demás mercados emergentes.

Destacó que ello se debe a que México está en una etapa de consolidación de reformas que buscan reactivar su economía, lo cual debe materializarse en mayor inversión y crecimiento, así como condiciones de labor más claras, con una perspectiva de largo plazo.

En efecto, expuso que se tiene la meta de crecer 2.4 por ciento para el presente año, aunque advirtió que la cifra resulta bastante optimista por lo que podría bajar a dos por ciento, pero para ello todavía se tiene que revisar el modelo.

En el foro organizado por IHS y el Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac (IDEA) aseguró que de hecho habrá una reaceleración de la economía, sin embargo, dijo que desconoce si ésta se dará como se espera para alcanzar ese 2.4 por ciento.

Estimó que los indicadores hasta el segundo trimestre han sido muy buenos, por lo que todo señala que sería hasta 2015 en que podrían a comenzarse a apreciar los primeros resultados, como el crecimiento que podría acercarse a un cuatro por ciento.

Advirtió que el sector externo es la parte más brillante de México, en tanto que la deuda externa está bajo control y no es un problema, además de que hay abundantes reservas internacionales y el sistema financiero está bien capitalizado.

De hecho, advirtió que México presenta un importante comportamiento económico, donde resulta que es la industria automotriz uno de los principales motores que la están impulsando, por lo que el reto es que el resto de la industria crezca de la misma manera, sobre todo la química y la electrónica.

Por lo pronto, explicó que México enfrenta un panorama mixto en donde la inversión privada se ha convertido en uno de los principales impulsores en tanto que la inversión pública ha venido cayendo.

Este fenómeno, dijo, se debe en parte al argumento de “cambio de administración” de panista a priista, por lo que desde antes que terminara la administración anterior la inversión pública comenzó a descender “en espera de nuevos escenarios”.

Por otra parte, la administración actual, viendo esta situación, ha decidido gastar más y para ello ha acudido al Congreso para tener una cuenta balanceada que le permita tener un déficit fiscal de 1 por ciento del PIB, lo cual le fue aprobado.

En lo que respecta al impacto macroeconómico del gasto público, advirtió que éste ha sido muy poco, debido a que muchas de las transferencias que se hacen a los estados “no se gastan bien”.

Explicó que esto no tiene que ver con la corrupción, sino con el hecho de que muchas veces se recurre al gasto en obras que no se tienen que construir.

En cuanto a la producción industrial, aseguró que esta presenta una muy buena historia y podría mejorar o mantenerse a partir de la aplicación de las reformas estructurales.

Ello se debe a que en México la industria la definimos como manufactura, construcción, minería y generación de electricidad, en donde minería incluye el sector hidrocarburos, producción de petróleo y construcción.

Desde luego, advirtió que el consumidor mexicano no está tan bien debido a que la economía no ha crecido como se esperaba, por lo que las perspectivas de mejor trabajo y de ingreso no están ahí.

Esto desde luego se traduce en una demora en la compra de bienes durables, los cuales dependerán de cómo se vaya dando la recuperación económica.

A ello se suma que el fenómeno del desempleo no ha mejorado ni empeorado, y advirtió que si no se generan más empleos es innegable que el consumo en México no será la locomotora de crecimiento que se espera, por lo menos en los próximos cuatro trimestres.