Tras los pasos de Lou Andreas Salomé

El Informador.- Decían que a los nueve meses de conocerla, los hombres daban a luz a un gran libro. Así les pasó a Freud, Nietzsche y Rilke cuando se enamoraron de Lou Andreas Salomé.

Ella causaba ese efecto porque hacía que los varones a su alrededor pensaran de manera diferente y maduraran sus ideas, señala María Elena Sarmiento, autora de ”La más amada”, novela con la que le rinde homenaje a una mujer independiente, controversial, inteligente y polémica en su tiempo (1861- 1937).

La escritora mexicana decidió escribir sobre Andreas Salomé porque considera que no ha recibido el mérito suficiente y que —además— lo que se ha escrito sobre ella contiene mucha ficción, por lo que su libro es el más real e histórico, pues está basado en una investigación que le llevó dos años.

“Fue una mujer que piensa, que escribe, congruente, que se atreve a vivir como piensa, y eso es de una mujer que incomoda a mucha gente”.

”La más amada” (Suma) es la quinta novela de Sarmiento. Su trabajo se ha caracterizado por darle voz a mujeres importantes, como una manera de rendirles homenaje y darles el lugar que considera que se merecen.

—¿Cómo describe esta novela?

—Como la vida de una mujer fascinante, que se atrevió a vivir como pensaba y que gracias a eso hizo que todos los que la conocieran se enamoraran de ella.

—¿Por qué le llamó la atención hablar de Lou?

—Cuando supe que Nietzsche —que era machista— se enamoró de ella, yo dije: ‘Algo debe haber tenido de esencial esta mujer para que alguien que no se enamora de nadie hubiera caído rendido a sus pies’.

—¿Cómo fue el proceso de investigación?

—Hay mucho material escrito por ella. Pero solamente se consigue su material teórico y una autobiografía a nivel muy intelectual, es lo único que está traducido al inglés y al español. Fui a San Petersburgo, donde ella vivió, con el afán de saber más de ella. Me llevé la certeza de que allá es tan desconocida como aquí, eso también me asombró muchísimo, porque fue una mujer muy importante y única para su época.

—¿En qué material se basa para escribir la novela?

—Hay cartas. Leí todas las cartas que ella escribió, hay distintos volúmenes en donde están las cartas de ella a Nietzsche, Rilke y Freud. Leí todas sus biografías y ensayos.

—¿Cómo consiguió el acceso a las cartas?

—Fue muy difícil conseguir información. Las fui recolectando de distintas partes del mundo, pidiéndolas por correo, porque en México es arduo conseguir algo acerca de ella.

—¿Qué tanto la novela es ficción y qué tanto realidad?

—Todos los hechos son reales. Aunque para hacer al personaje de carne y hueso me tuve que meter en sus zapatos y pensar como ella, porque uno no puede saber qué dijo exactamente o qué sintió. La ambientación, para crear al mundo a su alrededor, eso es ficción, pero todos los hechos son reales y los personajes también.

—Una frase del libro dice: “Lo que más nos diferencia a los hombres de las mujeres es la forma en la que nos mira la sociedad”. ¿Considera que eso pasan en la actualidad?

—Culturalmente hablando, el hecho de hablarle a la mujer más suavecito y tratarla como si no pudiera, como si fuéramos más frágiles está muy metido en nuestra forma de pensar. No es que digamos: “vamos a tratar a la mujer como si fuera débil”, pero lo hacemos sin darnos cuenta. A partir de la mirada ajena es como nos autodefinimos, y la sociedad juega un papel muy importante en la autodefinición.

—¿Contra cuáles prejuicios tuvo Lou que luchar en su época?

—En esos años no se aceptaba una mujer libre pero ella, por ejemplo, se fue a vivir en un trío intelectual con dos filósofos y al final de su vida tuvo muchos amantes, entonces su conducta sí le pareció escandalosa a mucha gente, especialmente a Elizabeth Nietzsche, la hermana de Nietzsche que se dedicó a desprestigiarla.

—¿Es cierto que detrás de un gran hombre hay una gran mujer?

—Sería “a lado de cada gran hombre hay una gran mujer”. Lou, por ejemplo, estuvo al lado de muchos hombres pero ella no los necesitaba. Su lucha fue por la independencia y por no necesitar de un hombre para poder ser feliz. Y así vivió. Escribía y pensaba, y los hombres la encontraban atractiva porque buscaba el conocimiento y las ideas igual que ellos.

—Cree que el dicho podría ser al revés: “A lado de cada gran mujer existe un gran hombre”, ¿o el varón contemporáneo no está preparado para la mujer independiente?

—Va a llegar el día en que eso suceda, pero va a tardar mucho, porque tenemos muchas trabas que vienen de milenios atrás, de que siempre es el hombre el que brilla y difícilmente se le permite a la mujer tener ideas propias; eso lo tenemos debajo de la piel.

—¿El pensamiento de Lou se equipara con alguien de la época contemporánea?

—No tengo un ejemplo en mente. Ya hay muchas mujeres en ese camino gracias a otras féminas que vivieron antes y nos allanaron el camino. Ahora lo tenemos más fácil, la mujer promedio busca mejorarse y no se conforma con ser esposa, hija y madre, sino con ser ella misma y mejorar cada día.

—¿Tiene pensada otra historia similar?

—Tengo dos novelas en puerta. Una es de ficción de una chica que busca su mejoramiento espiritual y la otra es una histórica, acerca de la reina Cristina de Suecia.

—¿Piensa presentar “La más amada” en la FIL de Guadalajara?

—Me encantaría que me invitaran. Estoy cruzando los dedos para que me dejen ir.

TOMA NOTA

Adquiere la obra

Libro: “La más amada”.
Autora: María Elena Sarmiento.
Editorial: Suma de Letras.
A la venta en: Gandhi.
Precio: libro electrónico, $169; formato impreso, $259.