La seducción del cuerpo femenino, vista por Modigliani, Picasso o Dalí

EFE.- El cuerpo y el desnudo femeninos protagonizan en Roma una exposición que, a través de creaciones de grandes artistas como Modigliani, Picasso o Dalí, retrata el concepto de la seducción en el arte del siglo XX.

Un total de 130 obras de pintores, escultores y fotógrafos consagrados componen la muestra “La forma de la seducción. El cuerpo femenino en el 900” (siglo XX), que se exhiben en la Galería Nacional de Arte Moderno de la capital italiana hasta el próximo 5 de octubre.

Integrada por piezas que generalmente permanecen fuera del alcance del público, el objetivo de la exposición es reflejar la reinterpretación de la seducción llevada a cabo por los autores del siglo pasado.

“La muestra pretende explicar el cambio en la representación del cuerpo femenino, en particular del desnudo, en el curso del siglo XX, el conocido como ‘siglo de las vanguardias'”, explicó a Efe la comisaria de la exposición, Barbara Tomassi.

De este modo, la ruptura con los cánones tradicionales de belleza se convierte en una constante en las obras de los artistas del siglo XX presentes en la exposición.

“Las bellas apariencias” es la primera de las cinco secciones que forman el recorrido, compuesta por piezas en las que el desnudo de la mujer se presenta todavía con líneas suaves y sinuosas, con poses lánguidas y acogedoras, pero ya con el toque inquieto de una incipiente vanguardia.

Esta percepción “amable” de la seducción ejercida por el cuerpo femenino encuentra su máximo exponente en el “Nudo sdraiato”, del italiano Amadeo Modigliani, y en la colección de fotografías del estadounidense Man Ray.

“Estas obras representan una transición entre la concepción clásica del cuerpo de la mujer y el concepto innovador que se impondrá en el siglo XX”, señaló Tomassi.

Es en la segunda sección, “Seducción/ Sedición”, donde el espectador se enfrenta verdaderamente a una representación del cuerpo de la mujer completamente distinta a la prevalente en los siglos anteriores y en la que se abandona por completo la visión “atractiva” del desnudo femenino.

En las obras de los artistas pertenecientes al surrealismo, esta reinterpretación del cuerpo y la sensualidad llega a adquirir tintes “inquietantes” y linda con lo monstruoso.

“Con la descomposición de la realidad del cubismo, la deformación propia de los expresionistas y el arte monumental y metafísico de Carlo Carrà, se aprecia una auténtica revolución en la forma de plasmar el mundo, en general, y la seducción, en particular”, matizó la comisaria.

Al avanzar en el recorrido, el visitante se sumerge en el universo de los autores surrealistas que, en esta sección de la exposición, “Objeto de deseo”, consagran sus obras a partes específicas de la anatomía de la mujer.

La “Mujer-zapato”, de Salvador Dalí, y el “Objeto Móvil”, de Max Ernst, son algunas de las obras que consiguen, a partir de objetos comunes, reflejar el erotismo del mundo femenino.

“La bella y la bestia” es la cuarta de las secciones que componen la muestra y en la que los artistas buscan una superposición del elemento humano de la mujer con su naturaleza animal.

Esta perspectiva, que pone de manifiesto los instintos más salvajes del género femenino, es abordada desde distintas corrientes artísticas, desde el automatismo de Breton y Masson hasta el simbolismo de Picasso.

“Se trata de una fusión que siempre ha atraído y asustado por igual a los autores y que, en el escenario de la seducción, ofrece muchas posibilidades”, recalcó Tomassi.

La última de las secciones de la muestra, “La bella durmiente”, con obras de Chirico y Modigliani, se consagra a la mujer entregada al sueño.

“En una supuesta pasividad, la imagen de la mujer dormida asume un elemento ulterior de atracción que ha fascinado desde la antigüedad a los artistas”, apuntó la comisaria.