Notimex. Carlos Fuentes, quien es recordado mañana que se cumplen 86 años de su llegada al mundo, trascendió como uno de los escritores más importantes de la historia literaria de México.
Exponente del llamado “boom latinoamericano”, el autor mexicano lo mismo cultivo la novela, el cuento, el teatro y el ensayo, así como a diplomacia.
Considerado por la sociedad mexicana como una de las mentes más brillantes, Carlos Fuentes dejo una vasta obra, en la figuran “La región más transparente”, “La muerte de Artemio Cruz”, “Aura” y “Terra Nostra”, así como ensayos como “La nueva novela hispanoamericana” y “El espejo enterrado”, textos sin los que no se podría entender la literatura nacional.
Carlos Fuentes Macías vio la primera luz el 11 de noviembre de 1928 en Panamá, en el seno de un hogar liderado por el embajador Rafael Fuentes Boettiger y de Bertha Macías Rivas, por lo que pasó su infancia en Estados Unidos, México, Argentina y Chile, señala el sitio electrónico “escritores.cinemexicano.unam.mx”.
Estudió en colegio inglés The Grange y en El Colegio México, además se licenció en Leyes por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se doctoró en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza, indica la página en Internet “biografiasyvidas.com”.
El también diplomático ocupó diversos cargos oficiales, entre los que destacan: el de representante en la Comisión de Derecho Internacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e integrante la Organización Internacional del Trabajo (1950-1952).
Asimismo, se desempeñó como agregado cultural del ministerio (1957-1959) y embajador de México en Francia (1975-1977), menciona el sitio “global.britannica.com”.
En 1958 se casó con la actriz Rita Macedo (1925-1993), no obstante esta relación no funcionó y después de divorciarse contrajo matrimonio con la periodista Silvia Lemus, en París, Francia.
Fundó y dirigió la “Revista mexicana de literatura”, a lado de Emmanuel Carballo (1929-2014), la revista “Medio siglo” y “El espectador”, además colaboró en la “Revista Universidad de México”, en “Siempre” y en el suplemento “México en la cultura”.
Como periodista, continuó su actividad con participaciones regulares en el “New York Times”, “Diario 16”, “El País” y “ABC”.
Como escritor, fuentes creó diversos ensayos literarios, como “La gran novela latinoamericana” (2011) y obras de teatro, como “Orquídeas a la luz de la luna” (1982).
Se dio a conocer como escritor, a los 26 años, con su opera prima “Los días enmascarados” (1954), obra a la que le siguieron: “La región más transparente” (1958), “Las buenas conciencias” (1959) y “La muerte de Artemio Cruz “(1962), las cuales lo consolidaron como un destacado autor, menciona el portal “cervantes.es”.
A lo largo de su carrera literaria, Fuentes recibió numerosos galardones, entre los que sobresalen el Premio “Rómulo Gallegos” (1977), por su pieza “Terra Nostra” (1975); el Premio Nacional de Literatura de México (1984); el “Miguel de Cervantes” (1987); el Príncipe de Asturias de las Letras (1994) y el Real Academia Española de Creación Literaria (2004).
El escritor, perteneciente al llamado “boom latinoamericano”, es reconocido por su tratamiento y análisis del inconsciente personal y el colectivo mexicano, lo que hizo de su obra un punto de referencia indispensable para el entendimiento de su país, indican sus biógrafos.
Carlos Fuentes falleció a los 83 años el 15 de mayo del 2012 en la Ciudad de México, no obstante dejó destacadas obras, tales como: “Aura” (1962), “Cambio de piel” (1967), “Gringo Viejo” (1984), “Diana o la cazadora solitaria” (1994), “La frontera de cristal” (1995), “La silla del águila” (2003), “Todas las familias felices” (2006), “La voluntad y la fortuna” (2008) y “Adán en Edén” (2009).
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