EFE. La vida, la muerte y el paso del tiempo, algunas de las obsesiones más recurrentes de Salvador Dalí, llegan a Lima con la exposición itinerante de sus ilustraciones de la “Divina comedia”, en las que el artista catalán plasmó, con su impulso surrealista, la cosmovisión renacentista de Dante Alighieri.
La colección es propiedad de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), cuya sede está en Barcelona (España), y está compuesta por un centenar de grabados divididos en tres series de 33 obras que corresponden al infierno, el purgatorio y el cielo, las tres partes de la obra más famosa del italiano Dante.
La curadora de la exposición, Paola Vañó, aseguró a Efe que las piezas tienen “un significado profundo”, ya que la interpretación que Dalí hace de la “Divina comedia” muestra “una visión muy particular y asombrosamente lúcida, donde no solo hay una presencia daliniana sino que se abordan temas que preocupan a todos, como la muerte”.
Se trata de uno de los proyectos más importantes en la carrera del artista, según aseguró el propio Dalí, quien aceptó el encargo del gobierno de Italia de ilustrar la “Divina comedia” con motivo del séptimo centenario del nacimiento de su autor.
Al artista catalán le tomó cinco años producir la colección completa, porque el gobierno de Italia canceló posteriormente el contrato, al recibir críticas por la elección de Dalí para representar una de las obras más célebres de la literatura italiana, recordó Vañó.
“Se quedó con el encargo a medias, pero, sin embargo, lo continuó y lo terminó. Ahí se ve la tenacidad del artista, que quiso continuar y persistió en su empeño para no dejar el proyecto varado”, agregó.
El artista de Figueres supervisó una a una las planchas de xilografía desde 1960 hasta 1964 y las ilustraciones fueron publicadas en seis volúmenes, con el texto de Dante traducido al francés por Julien Brizeux, todo gracias al auspicio de Joseph Foret.
Cada grabado presenta una escena de la “Divina comedia”, donde Dante, en representación de la humanidad, narra su paso por el infierno y el purgatorio hasta llegar al paraíso, en cuyo viaje está acompañado por Beatriz, que personifica a la Fe, y por Virgilio, que representa a la Razón.
Entre las piezas exhibidas destaca la primera de todas, “Comienzo de un largo viaje”, que para la curadora de la muestra, inaugurada el martes por la noche, es el emblema de la colección, porque es “pulcra, sencilla y, a la vez, intensa”.
“Nos lleva a un camino introspectivo. Sirve para que cada uno tenga una lectura particular sobre ese viaje que todos emprenderemos en algún momento”, añadió Vañó.
La exposición de la “Divina comedia” también tendrá actividades paralelas como una coreografía multitudinaria que se realizará en enero, con un grupo de personas que formarán la silueta del célebre bigote de Dalí.
Perú ya había acogido en 2012 la colección de Dalí titulada “Del capricho al disparate”, que fue exhibida primero en Lima, en el centro cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), y posteriormente en Arequipa, en el monasterio de Santa Catalina de Siena.
Al concluir su período de exhibición en Lima, la nueva muestra se expondrá desde marzo hasta mayo en el templo Coricancha (templo dorado, en quechua) de Cuzco, donde los dibujos de Dalí sobre una de las obras precursoras del Renacentismo se conjugarán con la ancestral arquitectura de la ciudad inca.
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