Por: Melanie Isahmar Torres Melo.
El fervor guadalupano se vivió a su máximo esplendor este viernes en la capital poblana, y más específicamente en la capilla de la Virgen de Guadalupe, donde miles de feligreses acudieron a festejar a la Virgen en su día, para agradecerle por algún milagro cumplido, por nuevas peticiones a la morenita del Tepeyac, o simplemente para refirmar su devoción; pero todos, absolutamente todos movidos por la fe.
Desde las 6 de la mañana los asistentes comenzaron a formarse para entrar al templo, donde ya se escuchaban las mañanitas entonadas por el mariachi, y niños vestidos de inditos abundaban; pero poco a poco el recinto y sus alrededores se fue llenando de católicos de todas las edades.
Sólo hubo misa a las 6 y a las 8 en este recinto, sin embargo, los feligreses no dejaron de entrar a él para ver aunque sea unos instantes a la Virgen de Guadalupe y bendecir a sus niños; la fila para entrar era interminable, pero los guadalupanos aguardaban pacientemente hasta llegar a su meta.
Es el caso del señor Antonio Melchor, que no le importó pasar mucho tiempo formado con tal de ver a la Morenita del Tepeya, a la que, dijo, le tiene un profundo agradecimiento por haberle concedido el milagro de que su hija se recuperara de una enfermedad que le ocasionaba convulsiones. Veintidós años han pasado desde aquél milagro que le fue concedido a don Antonio y desde entonces no ha faltado ni un año para darle gracias a la virgen.
Por otro lado, está el caso de Miguel Ángel Alvarado, quien apenas lleva dos años seguidos en que visita a la Virgen, pero su fé es cada día más fuerte, pues en este año hizo el peregrinaje caminando desde la colonia los héroes hasta la capilla ubicada en el paseo Bravo; pues su propósito es pedirle a la Virgen por que le vaya bien el próximo año, y asegura repetirá esta hazaña año con año.
En contraste a ésto, la señora Lucina Cuapio siempre ha sido católica de corazón, y asegura tener una devoción muy fuerte por la Virgen de Guadalupe, sin embargo a ella la mueven tanto el agradecimiento por los milagros cumplidos como el fervor para pedir por su prójimo.
A la señora Lucina tiene poco que la operaron de los ojos, y afirma que la virgen intercedió por ella para que todo saliera bien; actualmente goza de buen salud está sumamente agradecida por ello, sin embargo en esta ocasión acudió a la Reyna de México para pedir por la humanidad y el pueblo mexicano.
“Vengo a pedir por todos nosotros, por todo el mundo, pues la violencia contra la juventud está muy fuerte, nuestros hermanos de Estados Unidos sufren racismo… y necesitamos ayudarnos entre nosotros”.
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