Britney Spears, una princesa sin brillo

Written by Redacción. Posted in Espectáculos

Published on diciembre 05, 2011 with No Comments

Atrás quedó la joven que, en 1999, escandalizó al mundo vestida de Lolita y saboreando una paleta mientras hacía movimientos sugerentes en los pasillos de una escuela.
Incluso, la vitalidad que caracterizó a Britney Spears en 2002, durante su primera visita a México, fue un vago recuerdo que se vio reflejado en la afluencia del Foro Sol, lugar donde se presentó anoche como parte de su gira Femme Fatale.
Aquella vez llenó dos veces el inmueble -aunque canceló el segundo concierto debido a una tormenta- y esta ocasión sólo logró convocar a 42 mil 522 personas, apenas suficientes para ocupar tres cuartas partes del lugar.
Aún así, los asistentes aplaudieron cada una de las palabras y los pasos de baile de la Princesa del Pop, pese a que estos se notaran flojos y sin entusiasmo.
Ni siquiera el playback que usó, evidente en gran parte del recital, parecía opacar el ánimo de los fans que parecían empeñados en mantener a Britney en la cúspide del pop.
Fue en punto de las 21:00 horas cuando el Foro Sol quedó a oscuras y la frase “It’s Britney bitch”, se apoderó de las bocinas principales.
Con ello comenzó el primer acto de la noche, Femme Fatale, en el que la cantante interpretó Hold It Against Me y Up n’ Down.
Al término de ambos, la estadunidense hizo una pausa y se plantó en el escenario.
Bastó un silencio ensordecedor, una mirada altiva y la mano sobre la cintura para que la audiencia se volcara sobre ella con vítores y silbidos.
Las primeras palabras de la joven, que este viernes celebró su cumpleaños 30 en nuestro país, fueron para agradecer, en español, al público mexicano.
Los gritos no se hicieron esperar y la respuesta de ella, con la que aseguraba no escuchar a la gente, fueron suficientes para mantener caliente el ambiente.
Siguieron entonces otros temas como 3 y Piece of Me, en la que vistió una gabardina plateada y un sombrero al más puro estilo del Chicago de los 30.
Con Big Fat Bass dio inicio el segundo acto de la noche, Sweet Seduction, en el que contó con la participación de Will.i.am, líder de Black Eyed Peas, a través de un video.
Vestida con un corsé negro y rojo, cantó How I Roll e inmediatamente después hizo una pausa para buscar, entre el público, a un voluntario.
Un hombre, de unos 30 años de edad, fue el elegido para que Britney y su ballet bailaran sobre él mientras sonaba Lace and Leather. El joven cantaba a la par del tema y se reía nervioso por tener encima a la Princesa del Pop.
En If U seek Amy, Spears usó una falda blanca como Marilyn Monroe, mientras bailaba de manera sugerente rodeada de sus bailarines.
The Temptress, la tercera etapa del show, inició con Gimme More, uno de los temas más populares de la cantante.
Como si se tratara de una Cleopatra moderna la joven apareció sobre un arca egipcia mientras sus bailarinas ondeaban abanicos que referían, de inmediato, a Vogue, el clásico de Madonna, indudable inspiración de Spears.
Siguieron (Drop Dead) Beautiful, Don’t Let Me Be the Last to Know -en la que cantó sobre un columpio- y Boys, para dar paso al cuarto acto, Code Name: Trouble.
Con él, la audiencia no dudó en levantarse de sus asientos y enloquecer con los primeros acordes de Baby One More Time.
El Foro Sol vibraba con el coro multitudinario que siguió con un medley de S&M (de Rihanna) y Trouble for Me, en la que el cuero negro sirvió para vestirla.
I’m a Slave 4 U, una de las más coreadas, sirvió para que los más audaces copiaran la coreografía original que Britney realizó en el escenario.
Con eso, Spears lucía fatigada. Sus movimientos ya no son como los de antes pero a sus fans poco les importa.
Bastaba su ánimo para que el lugar se cimbrara con brincos y gritos durante la ejecución de I Wanna Go.Al parecer, Britney seguía conquistando a sus súbditos aunque no cante en vivo.
Habían transcurrido 60 minutos y todos aplaudían y gritaban por su princesa, quien, a cambio, les regaló sus mejores pasos en Womanizer.
El comienzo del quinto acto, Sexy Assassin, dejaba ver que el final estaba cerca.
Vestida con un sensual kimono, la joven cantó Toxic, durante la cual desapareció de manera súbita del escenario para volver con un traje negro brillante mientras algunos relámpagos se proyectaban sobre las tres pantallas que enmarcaban el escenario.
Sonó entonces Till the World Ends y el concierto terminó.
Una lluvia de fuegos artificiales fue el marco perfecto para que Britney Spears se elevara del escenario con un par de alas que la hicieron parecer un ángel.
Desde ahí se despidió del público que hoy tendrá una nueva oportunidad de escuchar sus canciones durante el concierto gratuito que ofrecerá en las inmediaciones del Monumento a la Revolución.

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