En su centenario, renacieron en 2014 Revueltas, Paz y Huerta

Notimex. Por su trascendencia en el mundo de las letras del país, de Latinoamérica, del orbe, los escritores mexicanos Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas fueron celebrados a lo largo de 2014 en el centenario de su nacimiento.

Con este motivo, los tres pensadores fueron objeto de diversas actividades organizadas por las autoridades culturales del país, como actividades conmemorativas, publicación de su obra, lectura de sus libros y otros actos especiales.

Al respecto, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, subrayó que 2014 fue el año de “tres de las personalidades mexicanas más versátiles y complejas del Siglo pasado.

Tres personajes de la cultura del país “diversos en sus obras, en su pensamiento y en su actuar, los hemos difundido con el propósito de acercarlos a las nuevas generaciones”, puntualizó.

Los tres centenarios han abierto un tiempo propicio para revisar su trabajo y actualizar la crítica mediante conferencias, ciclos de lectura, mesas de debate, publicaciones y la edición de sus obras completas, explicó el funcionario al hacer un balance de los resultados obtenidos de este triple festejo.

Se trata, subrayó, de tres de los personajes mexicanos más versátiles y completos del siglo pasado, sin cuya presencia esa centuria habría sido muy distinta, pues ellos fueron extensamente libres en su espíritu creador.

Libertad y creación son los ejes que soportan ese puente por donde debe de caminar el arte y la cultura, expresó Rafael Tovar al subrayar que son escritores del amor, de la política, de la historia, de la identidad, de la luz y de la sombra, que dejaron una obra que mira hacia las raíces y observa al mundo.

Dentro de estas actividades, el 10 de abril se colocaron los nombres de Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas en letras de oro en el muro de honor del salón de sesiones de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

En el acto, el secretario de Cultura del Distrito Federal, Eduardo Vázquez, recordó que se trata de tres creadores “unidos por lazos singulares como el año de nacimiento, el talento para expresar con palabras, sentimientos e ideas, y por la intensa manera de vivir esta ciudad que ahora los reconoce”.

Ante familiares de los homenajeados, legisladores, funcionarios públicos y miembros de la comunidad cultural del país, en la sesión solemne resaltó que en los tres escritores se reconoce al hombre rebelde, cuyas aristas, los unan o los separen, forman parte de la historia del siglo XX.

Días después, el 14 de abril, al poner en marcha las actividades del Homenaje Nacional a Revueltas, Rafael Tovar y de Teresa le reconoció como un autor clave para la literatura en español, uno de los intelectuales que mayor influencia ejerció en el siglo pasado.

“Un hombre comprometido con su tiempo, de pensamiento agudo y honesto en sus convicciones. Revueltas entendió su tiempo, vivió a México con gran pasión, leyó la literatura de otros ámbitos, asimiló las ideas y se volcó como pocos a hacer libros, a contar historias que tenían raíces profundas en nuestra realidad”, dijo.

Al acto realizado en Durango, estado natal del escritor, y ante funcionarios culturales y familiares de José Revueltas, el titular del Conaculta puntualizó que de experiencias de vida llevaron al intelectual a escribir obras como “Los muros de agua” y “El apando”, de lectura obligada para entender el México del siglo XX.

Las actividades conmemorativas del centenario de Revueltas tuvieron como sedes sitios emblemáticos que dejaron honda huella en la vida del pensador, como las Islas Marías, donde el 20 de noviembre, día de su nacimiento, se develó una placa conmemorativa.

Otras fueron la antigua cárcel de Lecumberri, hoy Archivo General de la Nación y el Centro Cultural Tlatelolco, a un costado de la Plaza de las Tres Culturas, donde el mismo 20 de noviembre se inauguró la exposición “Los escritores y el 68”.

La actividad incluyó una mesa redonda en la que participaron Elena Poniatowska, Luis González de Alba, Felipe Cazals, Evodio Escalante, Gerardo Estrada y Sonia Adriana Peña.

Tovar y de Teresa afirmó que “el mayor homenaje que a 100 años debemos a esta figura de la historia y de la literatura en México, es hacerla siempre presente mediante la lectura de sus obras”.

Para celebrar el centenario del poeta Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, se preparó un programa internacional, en el que intervino el también poeta laureado con el mismo galardón Derek Walcott.

En un encuentro realizado en abril de 2014, el Nobel 1992 afirmó que “dejó Octavio Paz una huella muy profunda en la literatura”, y describió al también ensayista y diplomático mexicano como “un escritor gentil, amable y muy querido por otros escritores”.

Ese mismo mes, en el Palacio de Bellas Artes, 21 escritores e intelectuales hicieron un retrato de Octavio Paz a partir de anécdotas en las que recordaron su relación con el Premio Nobel de Literatura 1990.

Marie Jo Paz, su viuda, pidió que antes de iniciar la charla se leyera el poema “Niña”, que el poeta escribió para su hija Helena Paz Garro, ahora fallecida.

Ya en el Retrato Coral de Octavio Paz, los participantes lo recordaron como un hombre amoroso, sensible, profundamente observador, crítico, memorioso, buen amigo, sorprendente, travieso, obsesivo y protector.

También en abril, el presidente Enrique Peña Nieto inauguró la exposición “Octavio Paz: De la palabra a la mirada”, en la Biblioteca de México José Vasconcelos, muestra que incluyó las primeras ediciones en castellano de la obra del ensayista y editor.

Asistieron Marie Jo Paz, así como los premios Nobel de Literatura Wole Soyinka, Derek Walcott y Jean-Marie Gustave Le Clézio, lo mismo que el de Química, el mexicano Mario Molina.

Nacido el 31 de marzo de 1914, Octavio Paz legó un trabajo poético que es ya parte de la tradición hispanoamericana, y seguirá deslumbrando a generaciones de lectores.

Su pensamiento no sólo logró el difícil mérito de integrar la conversación del mundo, sino que sigue vigente y sirve de orientación en muchos dilemas de la actualidad.

Editor, traductor, puente entre culturas y lenguas, e infatigable defensor de la libertad, Octavio Paz es autor de una obra inagotable a la que los conocedores recomiendan siempre volver.

El tercer centenario nacional celebrado en 2014 fue el de Efraín Huerta, poeta conocido como “El Gran Cocodrilo” y quien nació el 18 de junio de 1914 en Silao, Guanajuato, cuya obra es una de las más leída por las sucesivas generaciones de mexicanos.

Integrante de la generación de Taller, destacó por su compromiso con el ser humano y por su militancia política y poética, siempre intentando enderezar la historia desde la trinchera de la escritura.

Autor de “Los hombres del alba” (1944) y de los multicitados poemínimos, entre otros libros, Huerta fue un escritor inquieto que reflejó las aspiraciones de su tiempo, una época densa en procesos que dejarían una huella profunda en el país y en el mundo.

Este escritor, a quien igualmente se le recordó a lo largo del año con actos públicos, discusión de su obra, lectura de sus poemas en lugares abiertos y cerrados, la edición de sus trabajos y exposiciones, fue reconocido con las Palmas Académicas por el gobierno francés en 1945.

En 1975 recibió el Premio Xavier Villaurrutia, al siguiente año con el Nacional de Ciencias y Artes y en 1978 con el Nacional de Periodismo en 1978.

Si bien no mexicano, pero si universal, el año presente también fue del centenario del nacimiento del escritor argentino Julio Cortazar, a quien la autora, ensayista, investigadora y catedrática mexicana Margo Glantz recordó como un hombre muy gentil.

Entrevistada por Notimex, refirió que tuvo la oportunidad de conocerlo durante una charla que ofreció en Coyoacán, en esta ciudad, ocasión en la que “pude platicar un momento con él; era un hombre muy gentil”.

Añadió que en esa ocasión le entregó “un texto que escribí dedicado a él, y tuvo la galanura de mandarme, en gentil correspondencia, un libro suyo, de formato pequeño pero muy valioso, dedicado especialmente sólo para mí”.

Julio Cortázar, nacido el 26 de agosto de 1914, es autor de obras literarias que enriquecieron la literatura universal como “Rayuela”, “Los premios”, “62 modelo para armar”, “Libro de Manuel”, “Historias de cronopios y de famas” y “Bestiario”, por mencionar algunas.