Notimex. La estrategia de enfrentar la espiral de violencia que se vive en el país, con el despliegue de fuerzas federales en parte del territorio nacional, no ha provocado el impacto que se esperaba en la reducción del número de crímenes, estimó el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.
En el estudio denominado “Índice sobre la paz global y en México”, el organismo planteó que desde la implementación de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, durante el sexenio pasado, se triplicó la criminalidad en las zonas de conflicto.
“México continúa en una espiral de violencia que tiene su origen en la guerra contra el narcotráfico que inició la administración pasada, situación que ha provocado un aumento de la presencia de integrantes de fuerzas de seguridad desplegadas en el país sin que esto haya registrado un impacto positivo en la disminución del número de crímenes que se comenten”, indicó.
Los especialistas del CESOP agregaron que de acuerdo a información del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), el Índice de la Paz Global (IPG), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNODC), la estrategia de seguridad aplicada en el sexenio pasado no ha logrado reducir el impacto del crimen.
La dificultad para recuperar la paz, añadieron los académicos adscritos al CESOP, se debe entre otras razones, al “débil arreglo institucional que diluye la efectividad de la política anticrimen, debilidad que se entiende básicamente por la falta de coordinación entre las instancias federales, estatales y municipales, así como por la divergencia en las capacidades de las personas que integran las instituciones que hacen frente a la violencia en los tres órdenes de gobierno”.
El Centro expuso que en materia de índices de paz global, entre 2008 y 2014, el orbe en su conjunto se volvió “menos pacífico”, pues 111 países han reportado el deterioro de sus condiciones de paz.
Lo anterior, al experimentar una mayor actividad terrorista, más conflictos internos y externos, reportar mayores cifras de personas desplazadas, “terror político”, más muertos en conflictos externos y aumento en el índice de homicidios, señaló el CESOP.
Según el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), el costo de las acciones para contener la violencia en 2013, llegó a los 9.8 billones de dólares, cifra equivalente al 11.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global, 3.8 por ciento más que en 2012, abundó el Centro.
“500 millones de personas en 16 países viven bajo riesgo de que se deteriore la paz en su entorno, de las cuales 200 millones viven con menos de dos dólares diarios”, agregó.
En lo referente a México, indicó, se estima que el costo de contener la violencia es de 334 mil millones de dólares, aproximadamente 27.7 por ciento del PIB, cifra equivalente al doble del presupuesto destinado a los rubros de salud y educación.
Ese costo, puntualizó, se integra con los recursos destinados a aplicar la ley, a los cuerpos policíacos, al sistema de justicia y a los centros penitenciarios.
“México tiene buenos indicadores en cuanto al nivel de militarización, ya que el gasto en este rubro es de apenas 0.6 por ciento del Producto Interno Bruto, así como en conflictos externos, pues mantiene buenas relaciones con sus vecinos desde 1930; por el contrario, en conflictos internos es extremadamente bajo, a raíz de la respuesta militar en la guerra contra las drogas desde 2007”, añadió.
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