“La falsa esposa”, visión femenina sobre el asesinato de Trotsky

Notimex. La novela “La falsa esposa”, ganadora del Premio Bellas Artes “Juan Rulfo” 2011, de la escritora y periodista Maritza Macín, se presentará el próximo 20 de enero en la Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes.

La autora, acompañada por Carlos López, Martha Recaséns y Brenda Ruiz de Velasco, compartirá con el público la historia de la ucraniana bolchevique Natalia Sedova, la neoyorquina trotskista Sylvia Ageloff y la miliciana catalana Caridad Mercader, tres militantes comunistas que trabajaron por un mundo mejor.

“Ageloff, Sedova y Mercader coincidieron en la Ciudad de México en agosto de 1940, en el contexto del asesinato de León Trotsky, líder bolchevique refugiado en México”, recordó Maritza Macín en una entrevista difundida por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Comentó que escribió sobre la muerte de Trotsky porque este suceso no ha sido contado desde la visión femenina: “La historia de la conspiración y atentados contra Trotsky ha sido motivo de muchos libros en más de 70 años, pero todos ellos tratan el tema desde la perspectiva masculina. Yo pongo a estas mujeres al frente de este caso”, aseguró.

Recordó que su padre, escritor y editor, le entregó una caja roja tamaño oficio y le dijo: “aquí hay una buena historia de mujeres”.

La caja es una edición que hizo la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal de las actas judiciales del caso que siguió el juez Raúl Carrancá y Trujillo. “Mi papá participó en la presentación de dicha colección”, compartió.

Maritza Macín explicó que para escribir “La falsa esposa” realizó una larga investigación en la que documentó la historia para posteriormente escribir su novela con personajes y hechos históricos, como eje de una ficción literaria.

“Esta es una novela concéntrica, es decir, con cada una de las protagonistas vemos un centro diferente, una perspectiva distinta del mundo a principios de la Segunda Guerra Mundial, de la militancia, del comunismo y de ser mujer”, señaló.

Para la periodista, las tres mujeres ejes de la historia se atrevieron a romper el conservadurismo de su época para ir al frente de un cambio político y social, y a enfrentar la intriga que maquinó Stalin para deshacerse de un adversario.

“Lamentablemente esta historia de los años treinta del siglo pasado, en un contexto de guerra, no difiere mucho de lo que vivimos ahora. Es necesario reflexionar sobre el valor de la vida, y la literatura es un espacio privilegiado para ello”, concluyó la escritora.