Entregan a compositor Federico Ibarra la Medalla Bellas Artes

Notimex. Como un músico de creatividad y excepción, un compositor completo y complejo, pero sobre todo como un inquietante y profundo arquitecto de los sonidos, Federico Ibarra Groth recibió la Medalla Bellas Artes.

En la Sala “Manuel M. Ponce” del Palacio de Bellas Artes, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, elogió el trabajo musical de quien calificó como “un decano de la composición contemporánea en México y un comprometido docente”.

Ante una sala que lució abarrotada, recordó que desde los inicios de Ibarra Groth en la década de los sesenta “demostró una vocación musical claramente definida por el conocimiento de nuestra herencia musical del siglo XX y por la búsqueda de un estilo propio, a partir de un largo proceso de introspección”.

Dueño de una sensibilidad renovadora, inconfundible y vigorosa, Ibarra Groth ha conformado un vasto catálogo a lo largo de medio siglo que se caracteriza por la exploración de las formas y las técnicas compositivas.

Destacó que el trabajo creativo del homenajeado toma la herencia de toda una generación de compositores del nacionalismo musical mexicano y se encamina hacia la modernidad de la música del siglo XX, a través de la exploración del lenguaje y de los recursos musicales y sonoros que proyectan “esa fuerza imaginativa que te caracteriza”.

“Esta noche te entregamos la Medalla Bellas Artes como un reconocimiento a tu inagotable creatividad sonora y expresiva, así como tu innovación en el uso del lenguaje musical que te ha convertido en un pionero de la composición de vanguardia en México.

“Un reconocimiento a tu ejemplo de solidez técnica, de firmes posiciones estéticas y un estilo musical maduro y prodigo de colores sonoros”, dijo la funcionaria quien agregó que el trabajo del compositor ha enriquecido la interpretación, la composición, la docencia y la tradición musical de México.

Por su parte el homenajeado expresó su beneplácito y centró su discurso hablando y refiriéndose a la majestuosidad del Palacio de Bellas Artes, tanto en sus diferentes actividades como en sus espacios, así como su relación con el propio INBA.

Recordó que fue en este lugar donde comenzó su carrera musical y que tras cursar la carrera de arquitectura de manera simultánea dedicó una monografía al palacio de mármol.

“Se trata de un extraordinario edificio que me ha sido posible recorrerlo en su totalidad y que alberga en sus áreas una cantidad de detalles insólitos insospechables”, indicó.

Recordó además que en alguna ocasión acudió a los ensayos de la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección de Herrera de la Fuente, “pues no poseía los recursos para comprar un boleto para ver a la agrupación”.

Reveló que de una manera tanto chusca Herrera de la Fuente le contó en aquella ocasión una anécdota de sus tiempos de estudiante, explicándole que él tampoco tenía dinero para comprar un boleto para los conciertos e ingresaba por la parte posterior del recinto.

Tras breves anécdotas sobre el máximo recinto cultural del país, Ibarra Groth agradeció una vez más la presea.

Previo a la ceremonia, la pianista Guadalupe Parrondo deleitó a los presentes con la pieza “Composición No. 2” del propio Federico Ibarra.