Revisita Josefina Vázquez Mota su historia familiar en Teziutlán

Puebla. En la víspera de Navidad, Josefina Vázquez Mota visitó a su familia en Teziutlán, Puebla, en la casa donde vivió su padre, Arnulfo Vázquez Cano, y donde varios años ella misma pasó la Noche Buena.
Al llegar a la casa, donde la recibió su prima María Eugenia, Josefina recordó sus orígenes, habló de su abuela, quien rentaba algunos cuartos de la casa y preparaba comida que vendía en las ferias del pueblo.
“En este lugar comenzó nuestra historia”, dijo a sus primos y a sus sobrinas, quienes estuvieron felices de recibirla, con café, pan dulce, champurrado y chalupas.
Su sobrina de 10 años, Nina, leyó una carta que preparó para ella, en la cual le dijo que era un ejemplo a seguir.
“Aunque tú no me conozcas mi abuelita me ha hablado de ti, y quiero decirte que me agrada mucho haberte conocido, y que una mujer tan preparada sea mi tía y, pronto, Presidenta de la República Mexicana. Si yo fuera mayor de edad, votaría por ti”, dijo la niña.
Ante los medios, Josefina dijo que en esta Navidad pedirá por las familias mexicanas, particularmente para aquellas que desde la pobreza o desde el dolor están viviendo estas fechas.
“En segundo lugar, porque tengamos la capacidad en nuestro partido, y estoy segura de que habrá esa disposición, de la unidad, de la cohesión, del acompañamiento, de refrendar lo que en el PAN somos, espíritu democrático, ciudadano”.
Además dijo que es un día en el que quiere dar gracias por todo lo que este año ha significado y pedirá la fortaleza para seguir construyendo.
“Y que el próximo año podamos compartir con muchas familias desde la residencia oficial de Los Pinos, y desde ahí contribuir para que las navidades sean todavía mejores para las familias mexicanas”, señaló.
Más tarde , la precandidata del PAN a la Presidencia de la República se reunió con unos 500 panistas en un hotel de Tezuitlán, a quienes agradeció que estuvieran ahí en un 24 de diciembre, acompañándola.
“Hoy es un día muy especial, les puedo decir que de los más emocionantes que he vivido en mucho tiempo”, dijo al recordar sus orígenes.
Los recuerdos familiares continuaron cuando Josefina se trasladó al asilo de ancianos Nicolás Corona, donde convivió con unas 20 personas mayores, algunos de los cuales habían sido compañeros de su padre.