Productor define a “La Tirisia” como una historia de abandono

Notimex. El productor y fotógrafo de la cinta “La Tirisia”, César Gutiérrez Miranda aseguró que el segundo largometraje del oaxaqueño Jorge Pérez Solano es una metáfora del abandono físico y espiritual que enfrentan dos mujeres en una comunidad azotada por la pobreza, el machismo y los tabúes sociales.

“Es una historia de abandono. La muerte del padre es simbólicamente el abandono de Dios y con la iglesia cerrada, la religión y Dios abandonaron a este pueblo, al igual que los soldados y los políticos”, comentó Gutiérrez Miranda en charla con los medios, luego de la proyección de la cinta que tendrá funciones del 4 al 9 de abril en la Cineteca Nacional, como parte de su Muestra de Primavera.

Filmada en la cabecera municipal Zapotitlán Salinas, del municipio de Zapotitlán en la región de la Mixteca baja de Puebla, entre Tehuacán y Huajuapan, “La Tirisia” es un filme que narra la historia de “Cheba” y “Serafina”, quienes padecen la “enfermedad del alma” y deberán decidir si conservan a sus hijos o los abandonan para permanecer con sus hombres.

Los personajes tienen tirisia y muestran a esa gente que vive invisible en muchas partes de México, a través de un contexto en el que lo político y religioso juegan un papel fundamental, señaló el fotógrafo, quien al lado de Jorge Pérez Solano también hizo “Espiral”.

Sobre el trabajo que se hizo en materia de atmósferas, Gutiérrez Miranda señaló que el municipio estaba dotado de impresionantes escenarios, por lo que decidieron apostarle más a la imagen que a los discursos de los personajes o a la música.

“Fue una propuesta arriesgada y contemporánea y lo que hicimos fue cambiar de formatos de grabación para enfatizar cuestiones que nos parecían interesantes, como el hecho de que la película fue rodada en dos días de febrero y dos de marzo porque era cuando se vivía allí situaciones que ilustran la cita”, expuso.

Detalló que por cuestiones del guión se tuvo que rodar también en mayo y agosto para poder apreciar la recolecta de pitahaya y gusanos que se realiza.

Al tomar la palabra, las actrices Adriana Paz (Cheba) y Gabriela Cartol (Ángeles Miguel) mencionaron que gracias a la mucha exigencia del director, la creación de cada uno de sus personajes fue muy amplia, lo que definitivamente ha conmovido al público de México y el extranjero, que aún con las diferencias de lenguaje siempre sale tocado por la historia.

Paz explicó que una de las peticiones de Jorge Pérez Solano fue: “Yo quiero que entiendan a esas mujeres y quiero ver a esas mujeres, no quiero a unas actrices haciendo como que son esas mujeres (…) por lo que tuvimos que vivir en carne propia cuestiones como el no rasurarnos, utilizar crema o usar bloqueadores, y al final logró el cometido: tocar las fibras del público”.

Tal ha sido el éxito de la cinta que recientemente alzó dos premios paralelos del Festival Cinelatino de Toulouse, el Rail D’Oc de los ferroviarios y el de los usuarios de empresas energéticas CCAS.

Antes, en 2014, obtuvo el Premio Alejandro de Oro a la Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Tesalónica, en Grecia; el Premio “Roger Ebert”, del Festival Internacional de Cine de Chicago, Estados Unidos, y el Premio al Mejor Actor (Gustavo Sánchez Parra) del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, en México.