Matías Piñeiro compartió sus experiencias de cineasta en la UNAM

Notimex. “La princesa de Francia”, tercer filme que el cineasta argentino Matías Piñeiro realizó bajo el esquema de repetición de textos a lo largo de la cinta, alcanza nuevos niveles, aseguró hoy la curadora y productora de cine Garbiñe Ortega, durante la charla que ambos tuvieron dentro de la Cátedra Ingmar Bergman.

Durante una sesión extraordinaria de esa cátedra en cine y teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Piñeiro reiteró que le gusta ver películas que intentan explorar territorios más extraños, películas que están más en el detalle y que se corren de las experiencias más transitadas y existen más allá de todo contexto”.

En el acto, Garbiñe Ortega dijo que en el cine de Piñeiro se conjugan las artes para elaborar una particular narrativa en la que se disfrazan ciertos roles masculinos y femeninos, dislocados en un punto de ambigüedad al que se suman injertos de piezas teatrales y la enseñanza de las grandes películas. “La princesa de Francia” es un ejemplo de ello.

Esas historias ficcionales que mantienen rasgos del realismo, se construyen en la complicidad y creatividad de un grupo que aporta la riqueza individual en la energía colectiva, dijo Ortega al conversar con el autor para conocer su forma de entender el proceso de creación, al que convoca a sus colaboradores habituales al hacer una cinta.

“En cada producción cinematográfica trato de variar, de ser diferente, aunque uno es uno y no cambia. Trabajo con el mismo fotógrafo, el mismo elenco, la misma cámara, el mismo sistema de trabajo, en el mismo Buenos Aires… Shakespeare y sus obras como inspiración, y muchas otras cosas que siempre son las mismas en cada película”.

El cineasta añadió que al inicio de cada película, se debe esforzar de manera enorme por alcanzar una diferencia sustancial “con el objetivo de no hacer una cinta idéntica a la anterior o a las anteriores. De esa forma, antes de comenzar a grabar selecciono los caminos a seguir y siempre escojo uno diferente al anterior”.

Comentó que hacer películas idénticas no tienen mucha gracia, e hizo una analogía: “Las películas deben ser como son los hermanos dentro de una familia, que vienen del mismo origen pero son totalmente diferentes”, es decir, cada cinta debe tener el sello del director, pero con personalidad y rostro propios.

Recordó que hasta hoy ha realizado las películas “El hombre robado” (2007), “Todos mienten” (2009), “Rosalinda” (2010), “Viola” (2012) y “La princesa de Francia” (2014), estrenadas en festivales como el Internacional de Locarno, y el de Chicago. Actualmente trabaja en su cuarto filme también basado en una obra de Shakespeare.

Antes de terminar la charla, se informó a los asistentes que Matías Piñeiro estudio en la Universidad del Cine de Buenos Aires, donde enseñó cinematografía y la historia del cine. En 2011 se trasladó a Estados Unidos para realizar la Beca Radcliffe de la Universidad de Harvard. Actualmente vive en Nueva York donde desarrolla su arte.