Larousse, medio siglo como referencia obligada en el medio editorial

Notimex. A medio siglo de haberse establecido en México, primero como importadora y distribuidora de contenidos, y luego como generadora de los mismos, editorial Larousse se considera una empresa exitosa y de liderazgo, que ha sabido compaginar juventud y experiencia, afirmó su director editorial, Tomás García Cerezo.

Entrevistado con motivo del aniversario de esa casa editora, García puso énfasis en que cumplir 50 años se dice fácil pero no lo es, sobre todo en un momento en el que la industria editorial mexicana atraviesa por un panorama de crisis, sin embargo, subrayó, ellos pueden considerarse afortunados de ser la empresa más sana del sector en este país.

Ello se debe sobre todo a la marca, que se conoce en México desde hace por lo menos un siglo, cuando en tiempos de Porfirio Díaz se importaban muchos libros de cocina franceses, que eran traducidos en España.

En 1965, la editorial se estableció aquí, primero como importadora y distribuidora de contenidos, y después generando contenidos locales, y 50 años después, gracias a mucho trabajo y a la calidad del mismo, puede considerarse una marca de prestigio que se refleja en su credibilidad.

Pero esa credibilidad, dijo, no queremos que se quede en las grandes obras o en las enciclopedias, sino que llegue a todos sus productos, de ahí que ha ido evolucionando a la par de los retos tecnológicos del siglo XXI que han transformado el modelo de negocio de la indistria editorial.

Lo anterior, explicó, ha sido posible gracias a que cuentan con el apoyo de un grupo muy fuerte que les permite hacer grandes inversiones en tecnología.

Hoy “podemos decir con orgullo que fuimos pioneros en el desarrollo de aplicaciones”, parte de ellas son de referencia, como las de los diccionarios; una sobre el cuerpo humano, y otras de gastronomía, que son muy complejas y permiten crear un lunch para niños, diferente, sin que se repita durante dos años, de acuerdo con las normas de las secretarías de Educación y de Salud.

Pero también cuentan con amplia gama de libros digitales y lo más asombroso, remarcó, una comunidad en redes sociales que entre “Facebook” y “Twitter” suman 700 mil personas, que entablan un diálogo con la editorial y sus obras, en foros de cultura, de lengua, etcétera.

Recordó que en “Twitter” tienen un servicio que responde dudas, lo que habla de la confianza que el usuario deposita en la marca, que en su opinión es muy noble y se ha construido con trabajo, calidad y responsabilidad.

Larousse, refirió, es mucho más que diccionarios (hay prácticos de belleza, fotografía; infantiles y educativos), y prueba de ello es el programa de Red Larousse que han puesto en marcha en primarias y secundarias privadas del Distrito Federal, Querétaro, Estado de México y Veracruz, donde se encargan de llevar tecnología a las aulas mexicana.

La empresa proporciona equipamiento, contenidos y una tecnología propia para que los maestros puedan enseñar todo el año apoyados por nosotros, sin la intención de cambiar el modelo educativo, sino más bien enriquecerlo. Es una asesoría que, agregó, les permite conocer necesidades y ver qué contenidos multimedia son más adecuados para ese grupo poblacional.

“Creo que tenemos todo, marca, equipo de primera, apoyo del segundo grupo editorial más grande del mundo, para seguir vigentes y estar a la vanguardia”, y así como han evolucionado a lo largo de cinco décadas en México, así lo seguirán haciendo por mucho tiempo más.

La función de los editores, recordó, es poner al alcance del público contenido que enriquezca su vida, y Larousse lo ha venido haciendo con esta capacidad de mantener un pie en el modelo tradicional y otro en el digital que a ritmo vertiginoso los compromete a evolucionar a la misma velocidad para satisfacer a quienes han depositado su confianza en ellos, finalizó.