Notimex. El historiador, escritor, teólogo y político José María Luis Mora, quien es considerado el pensador más importante y radical del liberalismo mexicano de la primera mitad del siglo XIX, será recordado mañana al cumplirse 165 años de su muerte.
José María Servín de la Mora Díaz Madrid nació el 12 de octubre del 1794 en Chamacuero, hoy Comonfort, Guanajuato; decidió ser conocido como José María Luis, agregándose el “Luis”, quitándose el “de la” porque según sus biógrafos, lo consideraba aristocrático.
La página “biografiasyvidas.com” explica que el futuro intelectual se trasladó a muy temprana edad con su familia a Celaya y después a Querétaro, pero en 1807 se estableció en la Ciudad de México.
José María Luis Mora se graduó como bachiller en teología en 1818, y en 1820 la Real y Pontificia Universidad de México le concedió el grado de doctor en teología, posteriormente impartió clases de filosofía y, paralelamente, escribió artículos en “El Sol”, “La Libertad” y “El Observador de la República Mexicana”.
Sus biógrafos lo recuerdan como una persona reacia, de fuerte temperamento, que llevó a la labor periodística. José María Luis Mora batalló por sus ideales desde las columnas del “Semanario político y literario” (1821) y de “El Indicador”, que publicó después, manifestando su oposición a las ambiciones de Agustín de Iturbide (1783-1824).
Su posición política de oposición le causó a Mora la enemistad con de Iturbide, por lo que según el portal “mexicodesconocido.com.mx”, fue recluido en el convento del Carmen y en el de San Ildefonso.
Con todo y los problemas que le ocasionó su ideología, Mora logró llegar a ser diputado por el Congreso local del Estado de México, y en 1833 fue electo miembro del Congreso Nacional por el estado de Guanajuato.
A pesar de que Mora tenía el nombramiento de sacerdote y profundos estudios en Teología fue un combatiente feroz contra el poder político e ideológico del clero y luchó a favor de una reforma educativa para el país.
Se convirtió en consejero del presidente Valentín Gómez Farías (1781-1858), con quien colaboró en cuestiones de Educación Pública.
Mora era partidario de la enseñanza laica, por lo que intentó desligar la educación del clero, y se distinguió por su empeño en lograr el acceso universal a la educación; él consideraba que los métodos de enseñanza podían transformar la conciencia cívica de las futuras generaciones.
Todo ello lo enfrentó a los conservadores, que se oponían a sus ideas renovadoras. Sin embargo, pudo formular un plan de estudios vanguardista y crear el Colegio de Ideología, que pretendía reorientar de modo racional la mentalidad mexicana.
A la caída de Gómez Farías en 1834, Mora abandonó México para instalarse en Francia. Durante la segunda presidencia provisional de Gómez Farías de 1846-1847, el también autor, fue nombrado ministro plenipotenciario en Londres.
Entre otros libros escribió “Catecismo político de la federación mexicana” (1831) y “México y sus revoluciones” (1836), comenzó a trabajar en esta última obra en 1830 y había planeado desarrollarla en cuatro volúmenes, pero sólo el primero vio la luz.
En su obra describió el estado de la República y trazó la historia del país desde la conquista española hasta la muerte de José María Morelos y Pavón (1765-1815).
La producción histórica del autor se caracterizó por la rectitud de los juicios, la ausencia de partidismo político y la serenidad e imparcialidad.
Cuentan que tras la caída definitiva de Gómez Farías, José María Luis Mora se trasladó a París, ciudad que lo vio morir, el 14 de julio de 1850.
En 1963 sus restos fueron trasladados a México y descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil, en la Ciudad de México.
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