Hugo Argüelles fue dramaturgo por convicción

Notimex.- “Doña macabra”, “Los cuervos están de luto” y “El inquisidor” son sólo algunas de las obras por las que se recuerda al dramaturgo mexicano Hugo Argüelles, cuyo deceso, ocurrido hace 12 años, dejó onda huella en la escena mexicana.

Guionista de cine, director de teatro, conductor y colaborador de programas de televisión, Hugo Argüelles pertenece a la generación de escritores, dramaturgos y directores que, para la crítica especializada, abrieron el camino en México hacia la modernidad en las expresiones artísticas, creando un teatro de crítica social con un corrosivo humor negro.

Argüelles nació en Veracruz, el 2 de enero de 1932; estudió arte dramático en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y obtuvo la maestría en Letras modernas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Se sabe que ya siendo dramaturgo Argüelles estudió la carrera de Medicina y se graduó como médico general.

Entre sus primeras obras destaca “Los cuervos están de luto”, una de las farsas más representadas en el teatro mexicano, con la que en 1959 ganó el Premio Nacional de Teatro.

De acuerdo con sus biógrafos, de 1970 a 1973 fue profesor de la Escuela de Arte Dramático del INBA, así como del Centro Universitario de Teatro (CUT); fue profesor también de 1979 a 1982 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

En el Tecnológico de Monterrey impartió seminarios de Teatro, en el sector público, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), fue profesor de Creación literaria de teatro, en 1981-1982.

Según información el “literatura.bellasartes.gob”, fue fundador de la Escuela de Bellas Artes en Puebla, de Seminarios de Teatro en el Tecnológico de Monterrey y dirigió también su propio taller de Literatura dramática.

“El tejedor de milagros”, “La primavera de los escorpiones”, “Las figuras de arena”, “Las pirañas aman en cuaresma” y “Los amantes fríos”, son otras de sus obras más representativas.

Sus creaciones fueron escenificadas en escenarios de Estados Unidos, Checoslovaquia, Noruega, España, Perú, Cuba, Venezuela y Guatemala.

Entre 1957 y 1961 obtuvo varios premios, entre ellos, el de la revista “Estaciones” por su obra “Los prodigiosos” y el Juan Ruiz de Alarcón, otorgado por el INBA, por su obra “El velorio en turno”.

Hugo Argüelles murió en la Ciudad de México el 24 de diciembre de 2003, a los 71 años de edad.