Notimex. En un mundo en el que está permitido todo, incluso pensar en matar a la madre, se desarrolla la puesta en escena “Karamazov, todo está permitido”, segunda entrega de una trilogía basada en la última novela del escritor ruso Fiódor Dostoyevski.
La puesta en escena adaptada y protagonizada por Ylia O. Popesku y María Inés Pintado, estará en temporada en el Teatro Helénico hasta el próximo 19 de abril, bajo la dirección de Hugo Abraham Wirth.
La historia se desarrolla en una casa de un pueblo de Europa; en el escenario una plataforma de madera en desnivel en el que se colocaron dos sillas y una mesa, para dar una atmósfera hogareña.
Sin embargo, el cálido hogar se transforma en una batalla de intereses, donde dos hermanas se enfrentan, una por conseguir dinero que guardaba su madre y la otra por tratar de hacer lo correcto, luego de irse de casa y regresar con remordimiento.
Una trama que cuestiona hasta dónde el ser humano puede ser capaz de matar por conseguir dinero o inculpar a gente inocente, que a la postre fue el ingrediente policiaco en la historia.
“Karamazov, todo está permitido” versa sobre dos hermanas que intentan alejarse de todo lo que podría significar su autodestrucción, al buscar cortar de raíz la semilla de su naturaleza maldita que, irremediablemente, parece germinar y apoderarse de sus voluntades.
También cuestiona los conceptos actuales de justicia, libertad, amor y pasión, pero sobre todo del dolor y de la pérdida de la conciencia, que en este caso sufrieron las dos hermanas que se vuelven a encontrar después de que una de ellas se había alejado.
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