Notimex. Cartagena de Indias es la capital turística de Colombia por sus murallas y palacios coloniales, por sus playas e islas sobre el mar caribe, por la alegría de su gente negra, la presencia de las mulatas, pescadores, reinas, actores y presidentes.
Es una ciudad que se impone sobre la costa caribe, desde el primero de junio de 1533, fecha en que fue fundada por el español Pedro de Heredia, a dos metros sobre el nivel del mar, lo que garantiza una temperatura promedio de 29 grados centígrados de día y 25 de noche, con una humedad relativa de más 90 por ciento.
Entre las múltiples atracciones que tiene Cartagena están los hoteles, restaurantes, compras, esmeraldas, playas, islas, excursiones, artistas, vida nocturna, y museos que hacen de esta ciudad un lugar predilecto para vacaciones, turismo de negocio, festivales internacionales de cine, música, arte, literatura, gastronomía, conferencias y cumbres presidenciales.
Esta ciudad empapada de historia y romance desde su fundación -el 1 de junio de 1533 años- ha recibido a próceres como el libertador Simón Bolívar, quien en alguna ocasión dijo: “Si Caracas me dio la vida, Cartagena me dio la gloria”.
El historiador británico Arnold Toynbee (1889-1975), considerado el mayor intérprete de la civilización en el siglo XX, durante una de sus visitas, se paró en frente de las fortificaciones que sirvieron para defender la ciudad de los mercaderes y piratas y exclamó: “This (Cartagena) is the reason that South America doesn’t speak English” – (Cartagena es la razón por la que Sudamérica no habla inglés).
El 30 de agosto de 2000, el presidente de los Estados Unidos -en ese entonces- William Clinton, sorprendió al mundo cuando se puso a bailar cumbia, en una de las históricas, estrechas y adoquinadas calles de la ciudad amurallada.
Clinton recorrió el centro histórico de Cartagena, considerado patrimonio de la humanidad, para apreciar las murallas que rodean la ciudad, la iglesia San Pedro Claver y el Palacio de la Inquisición, que son estructuras que datan de los años 1770.
Contempló los balcones coloniales que sobresalen con sus colores vivos en cada calle o callejuela, al son de cumbias y vallenatos interpretados por grupos locales.
En Cartagena la Heroica, como la llaman los colombianos, se encuentran varias fortalezas como el Fuerte del Pastelillo, el Castillo San Felipe de Barajas y las murallas que rodean el centro de la ciudad con sus garitas y cañones.
El Fuerte del Pastelillo tiene más de 450 años con 60 metros de largo y 40 de ancho, donde está la casa de huéspedes, o residencia Presidencial. Esta mansión presidencial, conocida mundialmente como “Casa de Huéspedes” fue diseñada por el arquitecto Rogelio Salmona e inaugurada el l9 de marzo de l982 en el gobierno liberal de Julio Cesar Turbay Ayala.
La construcción esta levantada con roca abierta y tiene 50 habitaciones para los huéspedes ilustres con aire acondicionado, cinco grandes salas de recepción, oficinas privadas y un despacho para el Jefe de Estado.
Por esta casa han pasado presidentes como Franklin D. Roosevelt, quien llegó en un vapor en 1934, George Bush (padre), Bill Clinton de Estados Unidos, los mexicanos, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Alán García (Perú), Jaime Paz Zamora (Bolivia), Felipe González y José María Aznar, además de los reyes de España, artistas y magnates, entre otros.
El turista en Cartagena puede programar paseos y excursiones al Parque Nacional de Corales de las Islas del Rosario, localizado en el área suroeste de la bahía en las aguas del mar caribe.
El parque tiene un área de 19 mil 506 metros cuadrados, está a nivel del mar, y tiene una temperatura acuática que varía entre 80-90 grados Fahrenheit.
Para viajar al parque se puede hacer por tierra por la vía de la zona industrial de Mamonal hasta Barú y de allí se cruza el canal del Dique.
Por agua, el turista llega al muelle de los Pegasos, ubicado a un costado del Centro de Convenciones, desde donde salen las lanchas hacia las Islas del Rosario.
El objetivo del parque es preservar el ecosistema marino tropical y la riqueza de la ecología de la plantación de los manglares, la formación de los corales naturales y el pasto marino de las praderas.
En la isla sobresalen los manglares y las praderas, que son una fuente natural para el crecimiento de las plantas de mar y el mundo de la fauna marina. El turista puede ver y disfrutar el acuario de San Martín de Pajaral, el lago de Mohan, la ciénaga de Cholin y disfrutar del buceo alrededor de la Islas de Cartagena y Barú.
Otras excursiones- con guías experimentados- son el paseo en canoa a la Boquilla y el volcán del Totumo, un lugar típico, para apreciar bellos manglares y tomar un baño de lodo medicinal en el volcán. También se puede visitar el zoológico con jaulas de crías de cocodrilos y más de 20 mil especies de reptiles que viven en el lugar.
El otro recorrido es el paseo por la Ciudad Amurallada, visitar el sector bohemio de Getsemani, el Monasterio de San Francisco, la Plaza de La Trinidad, las románticas calles, el Parque Centenario, el Parque Apolo, la Casa de Rafael Núñez en el Cabrero, museos, el colonial Teatro de Heredia y la Plaza Bolívar, en el corazón de Cartagena.
Pero a la vez que el visitante recorre la ciudad, puede también visitar el cerro de la Popa, donde hay una iglesia con un altar tapizado en oro, disfrutar las playas que rodean la bahía como son las tranquilas aguas del Laguito y Castillo Grande, las altas olas de Bocagrande, Marbella y la Boquilla, un caserío de pescadores, donde el plato típico es el pescado con el patacón pisao, hoy convertido en polo de desarrollo hotelero.
La arena de las playas son color café porque ahí no hay arrecife costa afuera para llenar las playas de arena blanca, la cual es un pequeño fragmento de conchas y corales que se hacen en los rizos del eco sistema.
En la isla de Bocachica está el fuerte de San José con dos murallas que sirvieron también para proteger a Cartagena de los ataques piratas. Bocachica también tiene una playa publica, con pequeños lugares para comer, tomar un masaje, o para dormir en hamaca.
Las playas de arena blanca se encuentran en todo el complejo de las islas del Rosario, Playa Blanca en Barú, al sur de Cartagena, y se puede llegar por autobus, taxi, automóvil o bote.
Esta es una área remota con restaurantes, playas, pero no hay hoteles. Playa Blanca ofrece arena blanca y aguas que van del blanco, verde y azul marino.
Las islas del Rosario, con sus cristalinas aguas, están a menos de dos horas en bote y es un paseo que ofrece lo mejor de la naturaleza marina para nadar, practicar snorkeling y bucear costa afuera.
Todas las playas de Cartagena son consideradas seguras para bañarse sin mareas inusuales o corrientes fuertes. Estas son las mismas aguas y condiciones corrientes que existieron casi 500 años atrás.
Las playas más frecuentadas cuentan banderas de seguridad para anunciar el límite para los bañistas.
Cartagena igualmente ofrece “La Rumba en Chiva-De Noche”, que es un paseo en un vehículo, tipo camión, en donde los turistas, cantan, beben y bailan al son de Papayeras (banda musical con ritmos autóctonos), mismo paseo que también se puede hacer en yates, recorriendo la bahía.
Es un recorrido para contemplar las murallas, los bellos atardeceres, la luna que ilumina las cúpulas de las iglesias centenarias.
Cuando se recorren las pequeñas calles, se puede disfrutar de las frutas frescas de la región que venden las ‘palenqueras’, mujeres de piel negra siempre risueñas vestidas de colores vivos, que son parte del fuerte vestigio de la cultura africana en esta zona caribeña.
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