DPA. América latina es una región de riesgo para el ejercicio del periodismo, ya que “persisten grandes amenazas y los comunicadores mueren por dar testimonio de la realidad”, dijo la reconocida escritora colombiana Laura Restrepo, durante un conversatorio literario en Nicaragua.
La autora de Dulce compañía, que siendo periodista sufrió en carne propia amenazas y exilio en la década de 1980, llegó esta semana a Managua invitada al encuentro de narradores “Centroamérica cuenta”, que finaliza mañaña sábado.
Si existe una delgada frontera entre periodismo y literatura, si un comunicador puede llegar a ser un gran novelista y viceversa, ¿por qué hay más periodistas que escritores asesinados en América latina?, se le preguntó a Restrepo.
“Sencillamente, porque los diarios se venden más que los libros. Y porque los asesinos y los represores no leen”, afirmó.
Colombia es el cuarto país de Latinoamérica con más periodistas asesinados en 2015, de una lista de más de 40 comunicadores que encabeza México, según la organización Reporteros sin Fronteras. Otras ONG refieren que en lo que va este año han sido asesinados ocho periodistas más.
Ganadora del premio Alfaguara 2004 con su primera novela Delirio (también Premio Grinzane Cavour 2006 a la mejor novela extranjera publicada en Italia), Laura Restrepo cruzó la frontera hacia la literatura cuando se dio cuenta que le daba “más libertad”.
“Dejé de ser periodista porque hacía todo lo que no debía hacer: me comprometía de cabeza y tomaba partido”, relató. Y tras involucrarse en el proceso de diálogo con la guerrilla, tuvo que dejar el oficio. “No lo decidí yo, lo decidieron por mí”, dijo.
Fue así que empezó a escribir novelas “para darme la libertad que como periodista no tenía”. Y hoy “sigo escribiendo e investigando para darle forma a cada uno de mis personajes, y lo hago con toda la libertad que puede dar la ficción”, señaló la escritora.
Restrepo participó el jueves en el coloquio “Formas de la memoria: Literatura y periodismo” junto con los escritores y periodistas Manlio Argueta (El Salvador) y Louis-Philippe Dalambert (Haití).
Argueta recordó que grandes obras literarias nacieron a partir de un hecho periodístico, como Relato de un náufrago, del colombiano Gabriel García Márquez, o A sangre fría, del célebre estadunidense Truman Capote. El mismo Argueta escribió su novela La oscuridad de los rincones iluminados en base a periódicos.
Para Dalambert, autor de Los dioses viajan de noche, se puede trascender del periodismo a la novela dejando atrás la rigidez y las limitaciones de espacio que impone una crónica. “La libertad es fundamental para escribir, y la literatura no tiene límites”, subrayó.
“Centroamérica cuenta” reunió durante una semana a 70 escritores, cineastas, periodistas culturales de 15 países de Latinoamérica y Europa que participaron en coloquios, charlas y talleres literarios en 12 escenarios de Managua y Masatepe, ciudad natal del escritor Sergio Ramírez, promotor del encuentro.
No Comments
Comments for “A los novelistas no los matan porque los asesinos y represores no leen”: Laura Restrepo are now closed.