Urgen expertos a instrumentar políticas públicas que garanticen equidad y acceso a las mujeres

Agencias. La violencia contra las mujeres, de “pernicioso efecto en diversos campos de la convivencia humana”, así como las manifestaciones de odio, la discriminación, la opresión y la violencia sistemática contra cualquier persona por razones de género, “son acciones que atentan gravemente contra la dignidad humana” y en especial a mujeres y niñas, alertó la procuradora General de la República, Arely Gómez, en la apertura de los trabajos del foro internacional Los derechos humanos de las mujeres: avances, retos en políticas públicas con perspectiva de género y mecanismos para su evaluación.

En esta línea, la funcionaria federal consideró “indispensable” el impulso al respeto y protección de los derechos humanos, por lo que llamó a “trabajar en la necesidad de coordinación en la vida práctica; por ejemplo, las operaciones contra la trata de personas, se enfrentan a diversas dinámicas que implican mayor movilidad en las rutas de traslado que utilizan las organizaciones criminales, por lo que ahora preferimos coordinar esfuerzos y acciones en los distintos niveles de gobierno; en la búsqueda de líneas de trabajo que tengan un impacto real y sean más eficientes”.

“Cuando la violencia se manifiesta y se propaga, las mujeres quedan en mayor desventaja; es válido destacar como un gran logro de nuestra democracia la reforma constitucional del 2011”, agregó la procuradora Gómez en el encuentro registrado en un hotel al sur de la Ciudad de México.

La senadora Angélica de la Peña, quien preside la comisión de Derechos Humanos en la cámara alta, aclaró que tanto la participación de las mujeres en los espacios públicos, la igualdad y el acceso a los derechos han sido reconocidos en muchos tratados internacionales y han sido procesados de manera gradual en la Constitución Mexicana pero, enfatizó, “no basta que México haya aprobado tratados internacionales y acuerdos intergubernamentales a nivel mundial o regional para garantizar los derechos humanos de las mujeres y de las niñas”.

Necesitamos seguir escalando “esta pirámide donde la Constitución sigue estando por encima de los tratados internacionales, esa es la verdad. Creíamos que esto estaba resuelto con la reforma del 2011, con el principio pro persona pero no es así. Tenemos que seguir trabajando en reformas a la Constitución para armonizar los tratados internacionales y lograr de manera efectiva, que todos los derechos de las mujeres sean reconocidos como derechos humanos”.

La senadora De la Peña subrayó que al hablar de mujeres y niñas “tenemos muchos pendientes como para regodearnos con que todo está bien”.

“Imperan desventajas socioeconómicas, como el acceso limitado de las mujeres al financiamiento en campañas y candidaturas en las contiendas electorales; hay un desconocimiento de los obstáculos que las mujeres enfrentan en los espacios de poder”.

Así, puso como ejemplo lo que acontece en Chiapas. “Eso hay que decirlo de manera clara, como uno de los referentes, en los estados donde la situación es verdaderamente caótica y terrible. Mujeres que acceden a los espacios de poder pero son victimizadas como lo que pasó con la presidenta municipal de Temixco en Morelos o, como el caso de Rosa Pérez, quien fue presionada desde el primer día que asumió la presidencia municipal de Chenalhó; con ella ya son varias presidentas municipales que por una u otra causa están como figurines en los espacios de poder”, reclamó De la Peña.

En el foro se advierten como principales pendientes que en un país con el 52 por ciento de población femenina, “eso no se refleja en los espacios de poder y de decisión”.

En el ámbito laboral, una de cada 10 mujeres ocupa un espacio alto en las empresas; pero ocho de cada 10 mujeres sigue sufriendo acoso laboral relacionado con su maternidad o con problemas derivados de la desigualdad de género. Esa misma situación se sigue viviendo con el hostigamiento laboral y el acoso sexual en el ámbito de los distintos quehaceres que realizan las mujeres fuera de su casa.

En el 34% de los hogares la mujer es el sustento, mientras que en el 32 por ciento de los hogares la responsabilidad es compartida por su pareja. Se aclaró que el 77.7 por ciento del total de horas de la semana destinadas a labores domésticas las realiza la mujer. “Sigue imperando el techo de cristal en donde la mujer sigue realizando dobles o triples jornadas de trabajo, saca adelante su proyecto profesional pero sigue atendido casi exclusivamente las responsabilidades familiares y domésticas. Tan solo el 22.5 por ciento del PIB equivale al valor del trabajo no remunerado de labores domésticas, es decir, representa 42 mil 500 pesos promedio el valor anual de las labores domésticas que realizan las mujeres.

Anfitrión del encuentro, el Ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, resaltó que las mujeres en México sufren “exclusión, violencia y discriminación que les impide desempeñarse en condiciones de igualdad con los hombres. La erradicación de este tipo de acciones deberá forzosamente pasar por políticas públicas”.

“No podemos ignorar los profundos desequilibrios económicos y sociales así como el debilitamiento de su estado de derecho que se ven reflejados en problemas como la violencia, la trata de personas, los feminicidios, la discriminación y la falta de equidad y oportunidades en contra de las mujeres”, finalizó González Pérez.