Congregó el Huey Atlixcayotl a 600 danzantes de todo el estado de Puebla

Por: Omar Sánchez

Foto: Omar Sánchez

Atlixco, Pue. El cerro de San Miguel nuevamente se vistió de gala con la presencia de 600 danzantes provenientes de las 11 regiones etnográficas del estado de Puebla, quienes efectuaron la edición 51 del Festival “Huey Atlixcayotl”, la cual fue apreciada por más de 25 mil espectadores.

En un ambiente de música, fiesta y tradición, los danzantes fueron presentando sus trajes típicos y bailes que caracterizan a su pueblo o región, lo cual cautivó al público presente que esperaba ansioso cada una de las participaciones.

Previo al evento folclórico, los danzantes partieron del parque del Ahuehuete hasta subir a la plazuela de la Danza el Netotiloyan, para dar inicio a la Gran Fiesta de Atlixco.

Ya en la explanada del cerro San Miguel, el festival comenzó con las Chinas y Charros de a Pie, anfitriones de este Pueblo Mágico en el Huey Atlixcayotl, posteriormente los Tecuanes de Izúcar de Matamoros, acompañados la Danza de las Jicareras y Árbol de la Vida. Posterior a ello el Carnaval de Acajete que se celebra tres días antes del miércoles de ceniza. Y así sucesivamente continuo el festival con Huaquechula y su baile del 3 de Mayo; Huauchinango, Pueblo Mágico y su baile del Xantolo.

Zacatlán, también Pueblo Mágico fue el municipio que más participo en el Atlixcayotl pues se presentó con dos danzas, Las Mujeres Alegres de San Miguel Tenango y con la danza de los Negritos.

San Miguel Canoa invitado también a la celebración, junto con Tzicatlacoyan, con su danza 12 pares de Francia; Ajalpan, con su Jarabe Ajalpense puso a bailar a todos en el Cerro de San Miguel; Tepatlaxco y su Contradanza; Chignahuapan, Pueblo Mágico, con su Ritual de La Luz y sin faltar a la fiesta como cada año Los Tecuanes de Acatlán de Osorio, poniendo a bailar a todos en el Netotiloyan.

Finalmente, el municipio invitado en este Huey Atlixcayotl 2016, fue quien cerró dignamente la fiesta, arrancando los aplausos de los asistentes por su valentía y la conservación de esta danza, “Los Voladores de Cuetzalan”.