Mejor con Salud.- Cuando tenemos una autoestima fuerte y nos queremos lo suficiente el qué dirán los demás deja de ejercer poder sobre nuestra persona. Aprende a valorar las cosas en su justa medidael qué dirán
Estás probándote ropa en tu armario, te pones un sombrero e, inmediatamente, piensas en el qué dirán los demás. Estás considerando la opción de pedirle un tiempo a tu pareja, pero en tu mente aparece el terrible “qué dirán”.
Este gran miedo a qué podrán decir los demás sobre lo que hago, cómo me visto, dejar mi trabajo, etcétera, no es más que un hábito que, a veces, nos inculcan.
¿De qué manera te podría afectar la opinión de aquellos que no conoces? ¿Por qué querrías que opinasen al respecto?
Lo que decidas es cosa tuya, pero hemos adquirido la terrible manía de tener que justificarnos continuamente por todo lo que hacemos.
Piensa en las veces que has recibido un mensaje y no has querido o no has podido contestar en ese momento. O cuando has abierto el whatsapp y has visto ese mensaje por casualidad.
La otra persona sabe que lo has visto, pero a ti no te apetece hablarle. Por tu mente empezará a pasar el terrible qué pensará si no le contesto, se va a enfadar, creerá que la ignoro…
¿No te das cuenta de que no tienes libertad? Libertad para decidir qué es lo que tienes que ponerte, cómo llevar tus relaciones, si quieres o no contestar en el momento un mensaje…
Tienes miedo a las reacciones, a lo que puedan pensar y decir sobre ti. Sin embargo, esto te tendría que dar igual, sobre todo cuando se trata de personas que no conoces.
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Es comprensible que puedas sentir la necesidad de justificarte ante la gente de tu entorno (familia, amigos, pareja) pero, cuando es gente extraña (vecinos, habitantes de tu misma zona) no tendrías que sentir esto.
Eres libre para hacer lo que quieras sin que los demás tengan que aprobar o no tu comportamiento.
Miedo al ridículo
Cuando hablamos de ropa, el sentido de tener miedo a “qué dirán” no es otro que un gran temor a hacer el ridículo ante los demás.
Es posible que ya hayas pasado por una situación así, en la que las personas se reían de ti por llevar algo diferente, por haberte cortado el pelo de una forma distinta, por llorar en plena calle.
Tenemos tantos y tan diferentes miedos que estos nos impiden y nos dificultan el hecho de poder querernos y aceptarnos a nosotros mismos.
Necesitamos que alguien más nos diga que lo que llevamos puesto nos queda bien, que nos favorece, que no estamos haciendo el ridículo.
Aunque a ti te guste, si la respuesta que recibes es negativa, le darás mucha más importancia a esta opinión antes que a la tuya propia.
¿Consideras esto razonable? Tu opinión debería ir siempre por delante de las de los demás cuando tiene que ver con tu persona.
Abre tu mente
Es necesario que abras tu mente y que empieces a confiar en tu propio criterio. Aunque no podemos negar que, en ocasiones, puede ser muy difícil.
Pensemos en el ejemplo de ese mensaje que ves sin querer y en el que te sientes en la obligación de contestar por el “qué dirán”.
Las redes sociales han permitido que ejerzamos una especie de control sobre los demás. ¿Qué pensará ese amigo con el que no hablo por Facebook si lo elimino?
La ironía de todo esto es que tan solo es una red social, la vida real es muy diferente al mundo virtual.
Ese amigo que eliminas de tu red y se enfada o deja de hablarte tiene un concepto muy erróneo de lo que son las relaciones reales y las virtuales.
Valora que quizás se haya enfadado porque así no puede controlar la hora a la que te conectas y desconectas, o cuánto tardas en responderle cuando estás “en línea”.
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¿De verdad te importa todo esto?
Serás feliz cuando aprendas a olvidarte de las opiniones ajenas, abras tu mente y confíes en ti mismo.
Cuando abandones la idea de que los demás tienen que darte su aprobación para que tú puedas sentirte bien.
Trabaja tu autoestima, pues es ella la que te está fallando.
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