Agencias. El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Alfonso Miranda, aseguró que la relación de la Iglesia católica con el presidente Enrique Peña Nieto es buena, y agregó que los religiosos buscan con sus intervenciones públicas contribuir a la construcción de un mejor país.
“Gracias a Dios existe una muy buena relación con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, hay una comunicación fluida, nuestros comunicados le llegan. Como Iglesia somos actores de este país, queremos junto con la sociedad construir un país mejor para todos, que tanto lo necesitamos”, dijo el también obispo auxiliar de Monterrey, en un encuentro con la prensa para presentar al nuevo director de prensa de la CEM, Armando Cavazos Regalado.
Las declaraciones de Miranda se dan en un contexto donde la violencia contra sacerdotes católicos ha aumentado con tres asesinatos en un mes, y también con la oposición de algunos jerarcas a la propuesta de matrimonio igualitario que Peña Nieto presentó al Legislativo federal, quienes incluso afirmaron que esa fue la razón por la cual el PRI perdió las elecciones de junio.
Sobre estos temas, el secretario general de la Conferencia también ofreció declaraciones; por ejemplo, sobre la violencia comentó que no es exclusiva de los sacerdotes, sino de todo un contexto donde cualquier ciudadano está expuesto.
“No notamos una persecución abierta en contra de los sacerdotes como si fuéramos blanco del crimen, más bien la vemos y la sentimos como parte del clima social de todo el país, del que no estamos exentos los sacerdotes y como todos los ciudadanos tenemos que cuidarnos”, aseveró.
Lo que sí pidió es que se deje de manchar el nombre de las víctimas de la violencia, pues en el caso de José Alfredo López Guillén, Alejo Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, párrocos asesinados en Michoacán y Veracruz, autoridades hicieron declaraciones incriminatorias a las víctimas sin fundamento.
En el tema del matrimonio igualitario, el sacerdote reiteró que la postura de la Iglesia es la de inclusión a todas las personas, sin importar su orientación sexual.
“Nuestro lenguaje quiere ser de acogida con todas las personas sin importar diferencias, preferencias ni nada por estilo, del mensaje de la Iglesia que es el mensaje de Jesucristo que abraza a todos sin excepción, a todos les ofrece su corazón, su casa, su abrazo y así quiere ser la Iglesia”, añadió.
“Nuestro lenguaje quiere ser de acogida con todas las personas sin importar diferencias, preferencias ni nada por estilo”, afirmó Alfonso Miranda
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