De pena ajena la justicia en México; un muy oscuro 4to. año para Peña Nieto

Javier Duarte de Ochoa.

Por: Carlos Muñoz.

No hay duda alguna que con dinero se puede todo en México o casi todo y es que después de la poca eficacia de las autoridades gubernamentales en los casos Duarte y Padrés, las investigaciones simplemente no sirven para nada cuando si se quieren hacer las cosas por medio de la justicia, se hacen y se consiguen.

Casos como Argentina, Colombia, Venezuela han resentido la corrupción de sus gobiernos y México no se queda atrás con los casos más celebres. El gobernador de Veracruz y el exgobernador de Sonora de verdad que son casos insólitos que solo en México suceden, pero la pregunta es ¿por qué razón habría que perdonar a este par de ladrones?

Basta decir que los órganos de gobiernos simplemente son adornos y la sociedad es espectadora de tremendos escándalos, donde al final de cada administración sale a relucir los lujos y trapitos al sol de gobernadores, regidores, diputados locales, diputados federales y presidentes municipales, simplemente un desastre.

El mismo Duarte y Padrés se han de estar riendo de lo que sucede en este momento y es que no basta congelar las cuentas bancarias ni de apropiarse de propiedades, tenemos a una Procuraduría General de la República inoperante con una titular que salio peor que lo que hizo el polémico Jesús Murillo Karam.

Y es que muchos mexicanos se preguntan que, en el caso que perdonaran a Duarte o a Padres, la verdad es que seria el toque final más negro de la administración de Enrique Peña Nieto, que enfermo o no sería nada más y nada menos que de los tres peores presidentes de México al igual que el panista Felipe Calderón Hinojosa… vaya cambios estructurales sin sentido.