“Guillermo Samperio fue uno de los grandes maestros del cuento”: Hernán Lara Zavala

Redacción. En su cuento “Tiempo libre”, Guillermo Samperio (1948-2016), narra: “Todas las mañanas compro el periódico y todas las mañanas, al leerlo, me mancho los dedos con tinta. Nunca me ha importado ensuciármelos con tal de estar al día en las noticias…, ayer, ese lector asiduo de periódicos, gran tallerista para formar escritores, un destacado cuentista, ensayista, poeta y cronista murió a los 68 años de edad a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Su corpus literario se compone de más de 50 obras, entre cuentos novelas, crónicas y ensayos y estaba por publicar la novela Vosotros los mismos. Con su partida se pierde a uno de los autores más interesante del cuento nacional.

El deceso de Guillermo Samperio, quien fuera Premio Casa América 1977, además director de la Coordinación Nacional de Literatura del INBA de 1989 a 1992, y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Artes desde 1994, causó pesar en las instituciones y comunidad cultural.

“Admiré mucho a Guillermo Samperio, era uno de mis grandes amigos. Éramos de la misma generación, aunque él era más chico en términos de edad. Siempre lo quise apoyar y siempre lo apoyé, soy un admirador de su trabajo”, señaló el escritor Hernán Lara Zavala.

Para el también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, el autor de Lenin en el futbol, era muy talentoso, un poeta y un narrador a la altura de Julio Cortázar y Juan José Arreola. “Era el equivalente a Cortázar y a Arreola en términos de la imaginación, del cuento fantástico, del cuento ultracorto”.

En el mejor sentido de la palabra, añadió, era un locochón, era un escritor que en su obra buscó lo absurdo, el lado humorístico, lo imaginativo e imaginario. “Fue un extraordinario escritor y de mi generación es uno de los grandes maestros del cuento, y siempre se lo manifesté”

Para Lara Zavala, todos los cuentos de Guillermo Samperio son buenos, sin embargo, algunos de sus favoritos son: Ellas habitaban un cuento, Lenin en el fútbol, “y de los de más reciente creación, aunque mucha gente empezó a desconfiar de él, de que estaba perdiendo su talento, destacó Te acuerdas Claudia e Historia de un vestido negro”.

“Él tenía su mundo, uno muy personal. También opinó que su obra está valorada por debajo de lo que es, espero que con su muerte se revalore y se reedite, porque también era poeta, por ejemplo, recuerdo su libro Al filo de la luna”.

Como persona, señala Hernán Lara Zavala, era extraordinario, hizo lo que quiso, siempre con su brazo tatuado con la imagen de John Lennon y su sonrisa socarrona. “Era, al igual que yo, de la Generación del 68, no por haber nacido en ese año sino porque seguimos de cerca el movimiento. Fue un hombre muy original y de gran imaginación”.

Para la escritora Estela Leñero, Guillermo Samperio fue un autor fundamental para la literatura mexicana del siglo XX y de los primeros años del siglo XXI, sobre todo porque en sus cuentos plasmó propuestas realistas y una narrativa con espíritu juvenil.

“Me parecen muy atinadas sus propuestas, por ejemplo Lenin en el futbol que publicó en 1977 y después en 2004, creo que ese libro fue como una piedra de toque para muchos autores. Samperio se convirtió en un punto de referencia después de escribir sus cuentos de La Gioconda en bicicleta”.

Estela Leñero recordó a Samperio como un autor fresco y vital, que ganó diversos premios de cuento como el del Museo del Chopo, el Jorge Ibargüengoitia y Emilio Carballido. “Toda su participación y trabajo siempre fue fecundo. Fue muy importante también como tallerista, dio muchos talleres en toda la República Mexicana y de esa manera, supo poner su semilla en diferentes lugares, esa fue otra parte importante para su colaboración para la literatura mexicana”

La autora conoció a Guillermo durante los diversos trabajos hechos en la Sociedad General de Escritores de México (Sogem). “Participamos en varios encuentros, comidas, reuniones, fue ahí donde empezó la relación de amistad, después presenté su libro La Gioconda en bicicleta, junto con Jesús González Dávila. Por una parte fue una relación personal y por otra literaria, sobre todo a través de sus cuentos que siempre me parecieron cotidianos, frescos y con un gran humor”.

María Cristina García, directora general del INBA, expresó: “Me uno a la pena de la comunidad literaria y de la familia de Guillermo Samperio. Perdemos a un cuentista original y amigo entrañable”. Mientras, que el Fondo de Cultura Económica (FCE) recordó al escritor como un destacado hombre de letras, guionista y productor de los programas La Literatura Hoy, de Radio Educación, y Noticiero Cultural, del INBA.

La Secretaría de Cultura federal, en su cuenta oficial en Twitter escribió “Nos unimos a la pena que embarga a familiares y amigos del escritor Guillermo Samperio”. Por su parte, Radio Educación señala a través de la red social: “El Maestro Guillermo Samperio nos ha dejado el día de hoy. Lamentamos su fallecimiento. Seguiremos leyéndolo”.

Al respecto, Mauricio Montiel, coordinador de Literatura del INBA externó su pesar y sostuvo que “sin Guillermo no se puede explicar la evolución del cuento mexicano en las últimas cuatro décadas. Otra pérdida irreparable”.

Perfil

Guillermo Samperio nació el 22 de octubre de 1948 en la Ciudad de México y en vida publicó más de 50 libros. El primero de éstos, fue Beatle dreams and other stories, en 1955 y el cual ha sido traducido a varias lenguas, es considerado un referente en cuanto al estudio de la narrativa mexicana.

Durante la década de los años setentas destacan sus libros de cuentos Cuando el tacto toma la palabra (1974), Fuera del ring (1975), Cruz y cuernos y Tomando vuelos y demás cuentos (1976), Miedo ambiente (1977) y Lenin en el futbol (1978).

A partir de los años noventas comenzó a impartir talleres literarios y publicó La cochinilla y otras ficciones breves (1999) y sus novelas Anteojos para la abstracción (1994) y Ventriloquía inalámbrica (1996).

Entre los galardones con los que el escritor fue reconocido destacan el Premio Casa de las Américas 1977, por Miedo ambiente; el Premio Nacional de Periodismo Literario 1988 al mejor libro de cuentos, por Cuaderno imaginario, así como el Premio Instituto Cervantes 2000 por La mujer de la gabardina roja.

También fue becario del INBA, integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 1994 y del Pen Club México desde 2005.

(Con información de www.cronica.com.mx)