Pide el ilustrador Víctor Solís regalar un libro por el Día del Niño

Notimex. Generar publicaciones atractivas y de gran contenido para el público infantil y juvenil, es labor de escritores, ilustradores y editores, pero fomentar el hábito a la lectura es responsabilidad de los padres y de los maestros, aseguró el ilustrador Víctor Solís, autor de la publicación “Centígrados y Paralelos”.

A propósito de la celebración del Día del Niño, que la ONU celebra el 30 de abril, en conmemoración a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, Solís aseguró que obsequiar un libro puede ser una buena opción para esta fecha.

Recordó que de niño le gustaba jugar, fantasear y vivir en un mundo mágico, sin embargo, el tomar conciencia de temas que atañen a la sociedad en general, como el cambio climático o la migración de especies por la erosión de su habitat, debe de ser un trabajo tanto de quienes los educan (los padres), como de quienes hacen los materiales.

Lo importante, dijo, es que hay que hacer que la educación, los niños no solo la vean como tomar conciencia de esto o de aquello, sino que lo adopten como un estilo de vida, que sea lo normal el respeto a los animales, el uso racional de las cosas, el apagar las luces, el no dejar las llaves del agua abiertas y el respeto al prójimo, entre otros aspectos.

“Hay ciertas cosas que sería idóneo que las siguientes generaciones lo tomaran como algo natural, sin necesidad de decirles la conciencia de esto, se trata de hacer algo más cercano a lo que el adulto responsable ya debería estar haciendo”, anotó.

Solís añadió que fomentar y hacer de las temáticas algo atractivo, es un gran reto, algo que los que están dedicados a los libros infantiles tienen que ingeniárselas para que el discurso logre encantar y provocar la aceptación.

De ahí, que la labor es estarle escarbando y trabajando para hacer obras que llamen la atención y que sugieran de modos indirectos, sin necesidad del mismo discurso decir las cosas, pero sí de hacerlo atractivo y fresco, cualidades que atrapan a los pequeños lectores.

Solís aseguró que su función como ilustrador es la de envolver de magia al libro y hacer con los dibujos y los colores un vehículo para transmitir mensajes y entretener.

“Hasta las cosas que aparecen como de ocio, son valiosas y deben tomarse en cuenta. En la actualidad veo cada vez más propuesta, formatos y autores, lo que significa que la sociedad en general ya está buscando cada vez más textos infantiles para fomentar el habito a la lectura”, señaló.

Finalmente, el ilustrador compartió que los libros infantiles también terminan viéndolos los adultos, de ahí lo interesante de hacer este tipo de publicaciones, ya que no solo se gana o se pierde un público, sino dos.