Notimex. Los músicos de la plaza Garibaldi, uno de los atractivos turísticos de la capital mexicana, resienten durante la Semana Mayor la fuerte baja de asistentes, en comparación con el nivel de atracción que tienen durante gran parte del año y que permite a los intérpretes del lugar ganarse el sustento.
Durante esos días es evidente la ausencia de visitantes y los esfuerzos de los músicos de mariachis, grupos norteños o gruperos rayan en la desesperación; la competencia es feroz y se les ve correr detrás de automóviles o autobuses de turismo, pregonando su oferta mientras exponen su integridad física.
Los afiliados a la Unión de Mariachis de Garibaldi ven pasar las horas con desesperación sin que alguien se les acerque; así es desde el amanecer hasta entrada la noche.
Cristóbal Rivera Villanueva, líder de aproximadamente tres mil músicos, comenta a Notimex que los principales factores en el menor número de contrataciones son la nula venta de alcohol, el ambiente religioso que permea esta semana y, sobre todo, la salida de capitalinos hacia otros destinos turísticos.
Consideró, igualmente, que gran parte del turismo nacional y extranjero se concentra en el Cerro de la Estrella, en la delegación Iztapalapa, para presenciar la escenificación de la pasión de Cristo.
“Nuestra esperanza año con año son los visitantes que provienen de los diversos estados de la República y del exterior, que encuentran en la Ciudad de México un lugar para divertirse”, refirió.
Como consuelo a la situación y para mejorar su fortuna, relató que una comitiva de salvadoreños llegó el pasado lunes a Garibaldi y eso les generó un paliativo para sortear la baja económica.
Rivera Villanueva abundó que la plaza se encuentra desierta la mayor parte de esos días y solo a partir de las 18:00 horas comienza a verse la llegada de visitantes.
“El descenso se puede medir por el público que de gorra (sin pagar) que escucha mariachis sin solicitar los servicios de los músicos y se deleitan con la música de aquellos que sí pagan”, reveló.
El dirigente gremial también explicó que en estos días santos disminuye la cifra de grupos de mariachi, huapangueros, norteños y soneros.
“Muchos se toman estos días de descanso porque al haber menos visitantes, también disminuyen las contrataciones para ellos, y en especial el cierre de algunos centros de espectáculos hace más aguda la situación”, reveló.
Cristóbal Rivera mencionó que algunos otros mariachis dejan de laborar para sumarse a alguna procesión organizada por vecinos, cumpliendo con el ritual de cada año.
Don Pascual Aguilar, integrante del mariachi ¡Ay Cocula!, coincide en que la Semana Santa es uno de los periodos más difíciles para el gremio porque la gente sale de la Ciudad de México a vacacionar a otros puntos turísticos.
Resaltó que en este lapso llega a ser nula la presencia de “pescadores”, músicos que se apostan sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas para “atrapar” clientes que se trasladan en automóvil.
“La llegada de autos al estacionamiento de la Plaza Garibaldi es casi nula, por lo que prefieren dejar de coyotear o pescar”, indicó.
Aguilar subrayó que la contratación para ejecutar música tradicional mexicana se convierte en cuestión de “suerte”, porque sí llegan visitantes, pero casi no contratan para escuchar música, en realidad solo van a curiosear.
“Aquí los que dejan son los recién casados, los que pedirán matrimonio con una serenata, los que festejan cumpleaños y los que celebran por cualquier cosa”, finalizó.
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