Notimex. A sus 12 años de edad, Jorge Emilio Truijillo Estrada ha ganado diplomas, medallas y reconocimientos por su aportación a los programas académicos de ciencia, luego de que se le atribuye un proyecto para la generación de energía eólica.
“Toto” como lo llaman sus familiares y amigos, ha ganado en al menos cuatro ocasiones el primer lugar en el concurso denominado “Science Fair” que anualmente realiza el instituto donde estudia y cuyo objetivo es hacer que los alumnos presenten proyectos en inglés que puedan aplicarse a la vida cotidiana, el cual es calificado por un jurado de procedencia estadounidense.
El estudiante de secundaria refirió a Notimex que al menos en cuatro ocasiones ha logrado el primer lugar en dichos concursos y que el triunfo más reciente fue con el proyecto que presentó para la elaboración de energía eólica.
“He ganado en dos ocasiones con proyectos para hacer energía, el primero de ellos fue utilizando basura y el segundo tratando de mejorar las técnicas y aprovechando las ventajas climatológicas que ofrece Reynosa. Fue para la generación de energía eólica”, apuntó.
Recordó que para la realización del proyecto de energía eólica utilizó papel y popotes, “se trataba que con un hilo diera vuelta solito, también le coloque clavos y una cartulina y giraba solo con el aire, ese viento hacia que se movieran las turbinas y utilizando una pequeña maquina se empieza a generar la energía”.
Agregó que la intención de estos trabajos es poder aplicarlos en la vida diaria a fin de contribuir en la conservación del medio ambiente y en la calidad de vida de esta ciudad.
Una de las pasiones de Jorge Emilio es leer y su hobby es aprender sobre los Dioses griegos y el mundo que envuelve a esa cultura.
“El año pasado me dieron diplomas y reconocimientos por haber leído más de cuatro veces la meta del ciclo escolar, la meta era 100 puntos en el programa denominado Lectura Acelerada y yo leí 476 puntos, lo que me colocó en segundo lugar en toda la escuela con la puntación de más libros leídos”, dijo.
Como buen lector, cuenta entre su colección de libros ya leídos, con ejemplares como Los juegos del Hambre, Harry Potter, Ciudades de Papel y Narnia, entre otros, sin faltar todos los relacionados a la mitología griega.
A su corta edad, Jorge ya sabe a lo que se dedicará de adulto, pues tiene metas y proyectos definidos que conforme avanza el tiempo ira cumpliendo.
A los cuatro años ingreso al kínder, etapa escolar en donde aprendió a leer y el gusto por las actividades académicas, deportivas, musicales y culturales.
Jorgito, como lo llaman sus amistades, refirió que desde muy pequeño, incluso antes de ingresar a la escuela, lograba entender muchos temas y materias que a sus compañeros se les dificultaba.
Recuerda que con mucha facilidad aprendió a leer y escribir así como a sumar, restar, dividir y multiplicar.
“Una de mis primeras competencias académicas fue en la ciudad de Monterrey, ciudad en donde participé en un concurso de Spelling Bee, fui seleccionado para representar a mi escuela en esa ciudad”, dijo.
Precisó que las metas académicas son mayores conforme avanza de grado pues ahora se prepara para participar en las competencias anuales que se realizan durante la primavera en Londres, Inglaterra.
“Me estoy preparando para participar en las olimpiadas que se realizan durante Semana Santa en Londres, The British English Olympics, pues son competencias en donde asisten estudiantes de secundaria con dominio del idioma inglés y con habilidades académicas y culturales”, dijo.
El menor, quien actualmente cursa el primer año de secundaria, domina además del español, el inglés y actualmente aprende el francés, porque con entre sus metas está el viajar a Paris, Francia, en corto plazo para conocer la historia del llamado viejo continente, además de visitar sus museos.
Para Jorge Emilio, estudiar no es un problema, pues con demasiada facilidad logra aprender lo que sus maestros le enseñan, sin importar la materia que se trate, por ello conserva calificaciones de excelencia.
Además de jugar y practicar varios deportes como tenis, basquetbol y futbol así como tocar la guitarra, instrumento con el que saca a flote su inspiración y que le permite relajarse en esos momentos de estrés.
Como todo niño disfruta de salir a jugar por las tardes ya que reconoce que no le gusta estar “encerrado” así como también de ir al cine a ver películas principalmente de acción o misterio.
Precisó que las matemáticas no son un problema para él y que ha tenido la oportunidad de representar a su escuela en Olimpiadas Matemáticas, en donde reconoce que son concursos que estimulan el pensamiento además de divertidas.
El mayor de dos hermanos, quien se declara admirador del futbolista Lionel Messi, resalta que quiere ser como su héroe preferido, su papá del mismo nombre, Jorge Emilio Trujillo, quien es médico con la especialidad en ginecología y labora en tres hospitales de esta ciudad.
Jorge quien quiere ser igual que su papa y mama, María del Carmen Estrada, quien también es médico general, asegura que estudiará la carrera de medicina, aunque aún no define en que ciudad lo hará.
El ser un niño con una inteligencia destacada no impide a Jorge Emilio disfrutar de un buen paseo, ir al cine, jugar y saborear de unos tacos de trompo, platillo típico que no puede faltar en sus alimentos.
Por su parte, la psicóloga María de Jesús Espinoza, destaca la importancia de reconocer a los niños y niñas sobresalientes no solo en áreas académicas sino en las deportivas, culturales, sociales y musicales entre otras.
La titular de una clínica de psicología en esta ciudad fronteriza lamentó que en la mayoría de los casos ni los maestros ni los padres de familia, logran detectar a los niños sobresalientes y los clasifican solo como menores inteligentes que les va bien en sus estudios.
“Hay niños que reciben mucha estimulación y tiene la capacidad de aprender pues a mayor estimulación mayor aprendizaje pero hay niños que sin recibir dicha estimulación pueden aprenden a leer, escribir, las tablas, a tocar un instrumento o practicar un deporte entre los 3 y 4 años de edad e incluso antes”, dijo.
La psicoterapeuta egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) mencionó que ante la falta de capacitación de maestros o tutores, este tipo de niños generalmente son mal diagnosticados o bien con un doble diagnóstico.
“Generalmente son menores con características muy particulares en la parte de socialización, tienen un léxico más elevado, pero en la mayoría de los caos son parcos en la parte de emociones, casi siempre hay una discrepancia entre la inteligencia emocional y la parte cognitiva y en muchas de las ocasiones son diagnosticados con hiperactividad o como posesionistas desafiantes”, dijo.
De Jesús Espinosa destacó que este tipo de menores pasan de una cuarta parte a la mitad de su vida escolar esperando a que sus compañeros terminen las actividades académicas.
“Con tanto tiempo libre, en ocasiones pueden meterse en problemas, no necesariamente porque quieran sino porque no tienen nada que hacer pues muchas veces los maestros no están preparados para detectarlos y apoyarlos” dijo.
La especialista afirmó que el porcentaje de niños sobresalientes es mínimo, por ello no hay tantas oportunidades para prepararlos y proveerlos de herramientas para que sigan avanzando.
“Desafortunadamente se les diagnostica con problemas de aprendizaje o simplemente pasan como niños que les va bien en la escuela y no se les acompaña en el proceso de avance y de cierta manera se les limita en la exploración de sus habilidades y potenciales”, expuso.
Destacó la importancia de reconocer a los menores sobresalientes para apoyarlos y acompañarlos en el camino de aprendizaje en las diversas disciplinas.
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