Recuerda Felipe Garrido largas horas de trabajo al lado de Fuentes

Notimex. El escritor, editor, traductor y académico Felipe Garrido (Guadalajara, Jalisco, 1942), quien fuera editor de Carlos Fuentes en el Fondo de Cultura Económica (FCE), recordó que con él trabajó “Gringo Viejo” y un libro de cuatro cuentos que luego salió al mercado internacional.

“Fueron largas jornadas. Me tocó revisar su original y comentar con él algunos aspectos. Carlos Fuentes acostumbraba reescribir sus libros sobre las pruebas de imprenta y hacía una enorme cantidad de cambios a las pruebas que se le entregaban. Fueron momentos muy gratos, de conversación y aprendizaje”.

Garrido, quien recientemente recibió el Premio “Xavier Villaurrutia 2011”, por su libro “Conjuros”, expresó que “cuando uno ve a un maestro hacer su trabajo, por supuesto que uno aprende mucho. A partir de esos trabajos tuvimos una relación que si bien no muy estrecha, sí profesional, frecuente y afectuosa”.

El entrevistado mencionó que era común que se hallaran en ferias de libro como la de Guadalajara y de otras entidades del país. “Incluso, en una ocasión viajamos en el mismo avión, sentados lado a lado, y tuvimos una charla amena, sobre libros y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a donde íbamos”.

Felipe Garrido, quien fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en septiembre de 2003, donde tomó posesión de la silla XVII, el 9 de septiembre de 2004, externó luego con qué imagen de Carlos Fuentes se queda.

“Con la de un hombre que fue ejemplo de un escritor enormemente trabajador, quien nunca no suspendió su actividad. La de la autor de cuentos, ensayos y novelas que, por suerte, se quedan para la posteridad entre nosotros, como “Aura”, “La muerte de Artemio Cruz”, “Gringo Viejo” y otros libros ejemplares”.

Recordó, sin embargo, al Carlos Fuentes joven que conoció en el FCE. “Me acuerdo de ese escritor joven, impaciente, con ganas de publicar y por eso, algunos de sus cuentos no son tan buenos aunque su obra en conjunto es maestra. Me quedo con el ejemplo de un hombre de gran vocación por los experimentos”.

Fuentes, dijo Garrido, ensayó muchas formas distintas de narrar. Se proponía escribir siempre de una manera muy distinta y lo proponía y eso se refleja en novelas aparentemente tan tradicionales como “Las buenas conciencias”, “Cristóbal Nonato” y “Terra Nostra”; me quedo con sus obras y con su ejemplo”.

Calificó al escritor muerto hoy en esta ciudad como un hombre de ideas liberales y progresistas en favor de todas las causas. “Fue siempre muy claro para expresar su opinión en artículos periodísticos, y llenó sus novelas y sus cuentos con sus ideas; la literatura de Fuentes está llena de ideas”, subrayó.

Finalmente, resumió la obra de Carlos Fuentes en una frase: “Ejemplo a seguir”.