Reducción de pobreza en Ecuador, parte del avance social

Prensa Latina.  La reducción de la pobreza en nueve puntos porcentuales entre 2007 y 2011 de los ecuatorianoses sólo parte de la acción para reconstruir el Estado, afirmó hoy Fander Falconí.

En un artículo del economista, académico y titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), publicado por el diario El Telégrafo, Falconí combate a los teóricos que proponen una “guerra social”, como la que instauró el neoliberalismo.

Este tipo de “analistas” lo dejan claro: nos proponen que reivindiquemos la destrucción de lo público, la migración masiva, la violencia financiera y la inestabilidad política como la mejor propuesta para “superar” la pobreza, señaló.

Es verdad: la pobreza, medida por ingresos, se redujo en 9,0 puntos entre 2007 y 2011 en Ecuador. Es un gran logro, precisó, su disminución fue sustantiva, con elementos multiplicadores en dimensiones no siempre cuantificables.

Tal resultado proviene de una medición de ingreso per cápita, pero que reduce la pobreza a una única dimensión: la económica, y esa medición parcial, acotó, no considera los cambios radicales en los avances en la construcción de una ciudadanía plena.

El crecimiento económico (la tasa de crecimiento del PIB real, en 2011, del 7,8 por ciento, la tercera más alta de América Latina) se logró a partir de ampliar el bienestar social y las capacidades de los ecuatorianos.

El ingreso promedio familiar ya cubre casi la totalidad del valor de la canasta básica, pero tampoco debemos desconocer el contexto internacional, explicó Falconí.

El Gobierno tuvo que enfrentar una de las crisis más profundas del capitalismo: la debacle financiera de Estados Unidos y sus repercusiones en Europa y América Latina en 2008 y, pese a ello, mantuvo la inversión, la protección social y controló la tasa inflacionaria.

Recordó Falconí que la tasa de inflación promedio del período 2001-2006 fue de 7,7 por ciento, mientras entre 2007 y 2011 fue de 5,0 por ciento, pese al pico inflacionario de 2008 provocado por dicha crisis.

Entonces, concluyó, la pobreza ya no solo es entendida como “ausencia de bienes materiales”, apenas una dimensión más del tema, asume la solución al drama de las vidas ciudadanas y rechaza cualquier propuesta corporativa, que atente contra el bien común.