Poesía de Eugenio Montale expresó inquietud por el hombre contemporáneo

Notimex. A 36 años de su muerte, ocurrida el 12 de septiembre de 1981, el poeta italiano Eugenio Montale, galardonado en 1975 con el Premio Nobel de Literatura, es recordado como uno de los fundadores del hermetismo de entreguerras, representante por excelencia de la poesía italiana del siglo XX.

Eugenio Montale nació el 12 de octubre de 1896, en la ciudad de Génova, en el seno de una familia de hombres de negocios; de acuerdo con el portal oficial de los Premios Nobel “noberpize.org” abandonó sus estudios secundarios para estudiar canto en privado con el barítono italiano Ernesto Sivori (1853-1923).

Tras el comienzo de la Primera Guerra Mundial, intervino como oficial de infantería y al concluir dicho cargo empezó a relacionarse con círculos literarios de Génova y Turín, en los que enriqueció sus conocimientos previos en cultura y música principalmente, influenciado por los compositores Vincenzo Bellini y Claude Debussy.

Así como su gusto por la pintura impresionista y un notorio acercamiento al arte de los grandes novelistas de Europa del siglo XIX y por los poetas italianos Ceccardo Roccatagliata-Cecardi (1871-1919), Giovanni Boine (1887-1917) y Camillo Sbarbaro (1888-1967).

En 1921, colaboró en la revista literaria “Primo Tempo”, al lado de los escritores italianos Sergio Solmi (1899-1981) y Giacomo Debenedetti (1901-1967), en la que además de mostrar sus dotes poéticas, denotó un raro talento crítico a través de su agudeza e independencia de los patrones convencionales. Sin embargo, según el prólogo del libro “Satura” (1971), de Eugenio Montale, fue en 1925 cuando se dio a conocer con su primer libro “Huesos de sepia”, que causó gran impacto por la manera de articular poemas densos y lingüísticamente complejos, bellos y al mismo tiempo con significativa fuerza expresiva.

Según señala el portal electrónico “biografíasyvidas”, en 1927 se trasladó a Florencia para trabajar por un breve periodo en la editorial Bemporad, debido a que fue nombrado director del gabinete científico literario G. P. Vieusseux, cargo del que fue destituido 10 años después por haberse negado a inscribirse en el partido fascista.

Por lo que posteriormente se dedicó a la traducción y crítica literaria, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se trasladó a Milán para ocuparse de la sección literaria del diario italiano “Corriere della Sera”.

Con su segundo libro “La casa de los aduaneros” (1932), dio paso a su tercera obra “Las ocasiones” (1939) en el que reafirmó su línea interior, conjuntando la poesía y la cultura italiana que reflejaba la soledad y la agonía sobre la condición humana de aquel que lúcidamente se opuso a la opresión fascista. Luego de “Finisterre” (1943) publicó “La bufera e altro” (1956), uno de sus más celebrados libros, en el que concilió el escepticismo con la vitalidad, un equilibrio que lo diferenció de todos sus contemporáneos.

Para 1961, Montale recibió un título honorífico en la Universidad de Roma y poco después, en las universidades de Milán, Cambridge y Basilea; en 1967, el presidente italiano en turno Giuseppe Saragat lo nombró senador vitalicio “en reconocimiento a sus distinguidos logros en los campos literario y artístico”. Entre otras obras surgieron “Auto de la fe” (1966), “Fuori di casa” (1969) y “Quaderno di tradazioni” (1948), libros que dan una idea de la inmensidad de sus intereses y de la versatilidad de su talento, confirmada posteriormente por “La bufera e altro” (1970).

En 1971, Montale publicó su cuarta colección de poesía, “Satura”, que pronto se convirtió en un “bestseller” y muestra la típica ambigüedad lingüística típica del poeta, alude a una poesía que interrumpe sus patrones propios y ajenos, incluyendo modelos estilísticos y lingüísticos de la poesía.

Fue en 1975 cuando fue galardonado por el Premio Nobel de Literatura, gracias a su poesía que nace de la búsqueda de aquellas presencias que revelan y liberan el mundo oculto, como espectros y amuletos. Entre sus últimos trabajos, entregó las crónicas de “Cuaderno de cuatro años” (1977) y la sabiduría teórica de “Sobre la poesía” (1976); posteriormente, el 12 de septiembre de 1981, pierde la vida en Milán, Italia.

La poesía de Eugenio Montale aportó una visión personal de la problemática y las inquietudes del hombre contemporáneo, partiendo de los hallazgos formales del simbolismo y del decadentismo, a los que enriqueció con una voz inconfundible, que ha trascendido en el trabajo de jóvenes poetas italianos.