Redacción. El Festín de los Muñecos: Festival Internacional de Títeres de Guadalajara no sólo es teatro: en su programación también se incluye la docencia y las artes plásticas como otro medio de expresión. Esta edición, un invitado que conjuga ambas actividades es el estadounidense Kevin Titzer, quien vino a impartir un taller para estudiantes de artes plásticas de la Universidad de Guadalajara, además de montar una exposición en la Galería Juan Soriano de la Secretaría de Cultura de Jalisco.
Con el título de “You can Only hold your Breath for so Long”, en la galería tapatía el escultor monta una instalación, en un formato que pocas veces ha explorado. Su inclusión misma dentro del Festín de los Muñecos surge también por una nueva faceta que descubrió hace poco más de un año, cuando en Canadá (donde radica) se encontró con Miguel Ángel Gutiérrez, de Luna Morena.
El director del festival jalisciense lo invitó a participar en el montaje de una puesta en escena llamada “Memorias del reloj de arena”, que se estrenará en México dentro del Festín de los Muñecos. Artista plástico de formación, Kevin se había dedicado únicamente a la creación de personajes, esculturas destinadas a verse y no a contar historias cada noche: “Descubrí que hacer esculturas y hacer muñecos para teatro son dos cosas completamente diferentes. Aquí se trata de crear una herramienta que será usada todas las noches”, comentó Titzer.
Los motivos de la exposición
El arte que vio Miguel Ángel, recordó Kevin, fue una caravana de personajes estáticos: “Antes me habían preguntado también si hacía muñecos para stop motion, pero no”. Una caravana fue su primera idea para montar la exposición en Guadalajara: pero hace un mes el proyecto dio un vuelco.
Fue durante un festival en Francia cuando vio a Miguel Ángel preocupado: “Fue un día después del terremoto. Modificó la idea, desde ese día lo tuve en mi cabeza”. El proyecto final que instala en la Galería Juan Soriano es una casa, construida con materiales reciclados, en la que se ubican una decena de viñetas (suerte de ventanas) donde se montan sus personajes. Igualmente incluye tres pantallas donde se reproduce un video en loop.
Kevin Titzer suele trabajar con materiales reciclados, pues fue una gran fuente de insumos en su natal Indiana. Además, le aporta una apariencia atemporal a las piezas que crea, con una frontera difusa entre los objetos del pasado y el presente, comentó.
La puesta en escena para la que creó a los personajes es Memorias del reloj de arena, una coproducción de Luna Morena y La Tortue Noire (Quebec). Uno de los protagonistas le presentó retos a Kevin: es una figura humana de tamaño real, que debe ser ligera y tener una apertura en el pecho para que otro títere de menor tamaño salga de allí. Para Kevin, la experiencia fue descubrir una nueva manera de expresar su creatividad.
(Con información de El Informador)
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