Macron honra a las víctimas de los ataques jihadistas de París

BBC.- El presidente francés, Emmanuel Macron, rinde homenaje a las víctimas de los atentados terroristas de París de 2015, ya que el silencio clave de los jihadistas frustra a los investigadores.
Un atentado suicida y tiroteos masivos mataron a 130 personas e hirieron a cientos.
El único sospechoso yihadista que sobrevivió a la noche de la carnicería, Salah Abdeslam, está recluido en régimen de aislamiento y está bajo vigilancia suicida.
Se cree que manejó la logística para el grupo que atacó un estadio, cafés y una discoteca.
Pero los medios franceses informan que solo ha hablado una vez, manteniéndose en su derecho a guardar silencio, a pesar de haberse enfrentado a los jueces seis veces.
Los investigadores dicen que el expediente contra él no puede completarse hasta la primavera de 2019, informa el francés BFMTV.
El señor Macron asiste a ceremonias en los lugares atacados por los jihadistas, cuya carnicería fue reclamada por el llamado Estado Islámico (IS).
La primera ceremonia fue en el estadio nacional, el Stade de France, donde tres terroristas suicidas se inmolaron en el exterior después de no poder entrar en un partido de fútbol entre Francia y Alemania.
El ex presidente Francois Hollande, que estuvo en el juego, acompaña al señor Macron.

Los nombres de otras víctimas están siendo leídos en los bares y restaurantes donde murieron en 2015.
Las ceremonias terminan en el club nocturno Bataclan, donde murieron la mayoría de las víctimas.
En el Bataclan, tres hombres armados con explosivos cinturones suicidas tomaron rehenes y mataron a 90 personas, justo después de que el grupo estadounidense de rock Eagles of Death Metal había comenzado a actuar.
Decenas lograron huir cuando la policía irrumpió en el lugar para poner fin al baño de sangre.
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Sospechoso clave
Salah Abdeslam está bajo vigilancia las 24 horas, como posible riesgo de suicidio, pero sus condiciones de detención se han aliviado un poco. Se ha abierto una ventana en la ventana de su celda para que pueda escuchar los sonidos del exterior. Y tiene visitantes dos o cuatro veces al mes, generalmente su madre y un hermano.
En la prisión de Fleury-Mérogis en la región de París, se ejercita a diario solo en un patio, lejos de otros presos.
French BFMTV dice que pasa mucho tiempo fregando su celda, ya que aparentemente está obsesionado con la limpieza.
El sospechoso franco-marroquí está acusado de haber alquilado automóviles y organizado escondites para los yihadistas. Al parecer sobrevivió porque su cinturón de suicidio no pudo detonar.
Su hermano mayor, Brahim, se inmoló frente a la cafetería de Comptoir Voltaire durante los ataques.

Salah Abdeslam fue arrestado en el distrito Molenbeek de Bruselas en marzo de 2016, y cuatro días más tarde la capital belga fue atacada por ataques terroristas jihadistas.
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¿Quiénes fueron los atacantes de París?
Los investigadores han encontrado vínculos entre él y los yihadistas de Bruselas.
Se espera que Francia lo traslade temporalmente a Bélgica el 18 de diciembre para enfrentar a los jueces allí, ya que está acusado de intento de asesinato. Él dice que está listo para testificar en Bélgica en el caso. Se trata de un tiroteo con la policía belga en Forest, un distrito de Bruselas, tres días antes de su captura.

La policía bajo presión
Desde los ataques, Francia ha aprobado leyes antiterroristas más estrictas, otorgando a la policía poderes más amplios para buscar propiedades, vigilar sospechosos y cerrar mezquitas implicadas en la propaganda yihadista.
Las nuevas medidas le permitieron al presidente Macron poner fin al estado de emergencia impuesto en 2015, pero los soldados y la policía armada siguen siendo una vista común que rutinariamente protege los objetivos potenciales.
Existe el temor de que muchos de los combatientes de la IS nacidos en Francia puedan intentar regresar, después de las pérdidas de territorio de IS en Irak y Siria.
La intensificación de los deberes antiterroristas ha contribuido a un mayor estrés en la fuerza policial.
El ministro del Interior, Gérard Collomb, dijo que se necesita más trabajo preventivo para abordar los suicidios entre los oficiales de policía, que han aumentado en comparación con el año pasado.
Seis policías se suicidaron la semana pasada y el total para este año asciende a 44 policías y 16 gendarmes paramilitares.