Injusto considerar a Carlos Montemayor como un cantante aficionado

Notimex. Como un hombre comprometido con las causas sociales y distinguido en diversos campos del arte fue recordado el escritor y tenor mexicano Carlos Montemayor, quien cumpliría mañana 65 años de edad.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) destacó las virtudes de quien dedicó gran parte de su vida a las letras y hacia el final de su trayectoria se dio el gusto de seguir su inquietud musical y grabar cinco discos, entre ellos uno de canciones napolitanas.

Aunque para algunos fue un “cantante de ópera aficionado”, Montemayor afrontó cada manifestación artística en la que incursionó con la misma seriedad y compromiso, por lo que sería injusto etiquetarlo en una sola actividad, consideró.

El ganador de premios como el “Xavier Villaurrutia” (1971) y el Nacional de Lingüística y Literatura (2009) poseía un notable talento musical que desarrolló bajo la tutela del barítono mexicano Roberto Bañuelas.
Sus estudios de ópera acabarían rindiendo frutos con la producción de cinco discos que inmortalizaron su voz de tenor, tal es el caso de “El último romántico” (2002), “Canciones napolitanas e italianas” (2005) y “Canciones de María Grever” (2007).

En su faceta como intérprete, añadió el Conaculta, el intelectual mexicano tuvo la oportunidad de presentarse en el Bellagio Study and Conference Center de la Fundación Rockefeller, en Estados Unidos, y ofrecer presentaciones con la Orquesta Sinfónica de Cuba.

Para Miguel León-Portilla, Montemayor, el traductor, poeta, académico, especialista lo mismo en letras clásicas que en temas políticos, estudioso de la cultura y legado prehispánico de México, era un hombre que bien pudo haber pertenecido al Renacimiento, por la variedad de campos en los que alcanzó una gran destreza.

Carlos Montemayor nació el 13 de junio de 1947, en Parral, Chihuahua. Cursó la licenciatura en Derecho yuna maestría en Letras Iberoamericanas en la UNAM; además tenía estudios en griego clásico, latín, portugués, italiano e inglés.

Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, de la Real Academia Española de la Lengua y de la Sociedad de Escritores en Lenguas Indígenas.

Además de hacer traducciones, Montemayor escribió poesía, relato, novela y ensayo que le valieron premios como el Juan Rulfo de Radio Francia Internacional o el “José Fuentes Mares”, que convoca la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

Entre sus numerosos títulos destaca “Abril y otros poemas”, “Las llaves de Urgell”, “Cuentos gnósticos”, “Las mujeres del alba”, “Chiapas: La rebelión indígena en México” y “Guerra en el paraíso”, por citar los más populares.