Iglesia debe participar en proceso de reconciliación: obispo

Agencias. La Iglesia tiene que ser parte del proceso de reconciliación propuesto por el virtual presidente, Andrés Manuel López Obrador, porque es parte de la formación de los católicos “unificar” a la población, afirmó Raúl Vera, obispo de Saltillo.

“Tenemos que cambiar la manera en la que se gobierna; es urgente. Hay una cultura política terrible y de ninguna manera estoy contra el  nuevo presidente, no estoy en contra, pero sí estoy a favor de una participación mucho más activa en la conducción del país de parte de la población”.

Entrevistado al término de su homilía en la Basílica de Guadalupe, el prelado consideró que el cambio de Gobierno representa una oportunidad para “apuntalar” la participación ciudadana, por lo que en la “reconciliación” deben involucrarse todos los actores de la sociedad, incluida la Iglesia.

“La Iglesia tiene que tomar su papel en esto, tenemos el mejor cuadro para la formación política, es una parte de la formación de los cristianos. La Iglesia tiene la mejor infraestructura para fomentar la participación ciudadana. Todo lo que se pueda hacer para unificar al país está perfecto pero esto se tiene que hacer con la participación de la ciudadanía”, dijo.

Indicó que la Iglesia Católica ha realizado trabajos para la reconciliación y la construcción de la paz en las Diócesis de Acapulco y Michoacán, por lo que esta experiencia la pueden poner en práctica cuando inicie la “pacificación del país” propuesta por Andrés Manuel López Obrador.

Para reconciliar el país, añadió, primero los gobernantes deben reconciliarse con la población. “Son los políticos, los empresarios, los que han armado todo esto, nosotros tenemos que ser más críticos como Iglesia si queremos reconciliarnos con nuestro pueblo”, declaró.

Destacó que es urgente cambiar la forma de gobernar del país, pues debe haber mayor participación de la sociedad civil; comentó que en el pasado proceso electoral fueron los ciudadanos los que cambiaron la elección, no sólo los discursos del candidato ganador, por lo que la participación de los mexicanos debe mantenerse durante todo el Gobierno y aumentar su intervención en los asuntos públicos.

“Tenemos que cambiar la manera en la que se gobierna; es urgente. Hay una cultura política terrible y de ninguna manera estoy contra el  nuevo presidente, no estoy en contra, pero sí estoy a favor de una participación mucho más activa en la conducción del país de parte de la población”, enfatizó.

En su homilía, el obispo de Saltillo refirió que las estructuras políticas y económicas del país han generado alianzas “a través de la corrupción y la mentira para apropiarse y saquear los bienes públicos, disfrutar lujos a costa de la muerte social del pueblo”.

Llamó a los mexicanos a apegarse a la verdad, justicia y solidaridad con los más vulnerables para “recuperar el verdadero sentido de una sola nación en la que todos somos hermanos”.