Comer bien nos hace más productivos en el trabajo

 El arte de saber vivir.-  Existen dietas extremas en el mundo de las redes, y el desconocimiento –de la mano del afán por ver resultados en nuestro peso– puede llevarnos a tomar decisiones poco acertadas.

Los planes alimenticios que restringen el consumo de calorías diarias son una de las alternativas más populares para adelgazar, ¿pero realmente somos conscientes del impacto que generamos en nuestro cuerpo cuando limitamos nuestra ingesta calórica?

Las personas que adoptan dietas deficientes lo hacen con la esperanza de combatir el sobrepeso, el problema es que, muchas veces, los efectos secundarios incluyen desequilibrios anímicos, desaliento o fatiga crónica y un desempeño pobre en el día a día. Todo esto repercute negativamente en nuestra productividad, y como bien dice el viejo dicho: “El remedio resulta ser peor que la enfermedad”.

Dietas peligrosas: cuando nuestro cerebro se queda sin combustible
Lo que comemos influye directamente en la capacidad de respuesta de nuestro cerebro, y por ende, nos hace más o menos productivos en el trabajo.

Si comparamos nuestro desempeño regular con el desempeño de nuestros días más productivos a lo largo del mes, notaremos que un buen desayuno marca la diferencia en el esquema. Esto ocurre porque nuestro cerebro necesita grandes cantidades de vitaminas, minerales y antioxidantes para protegerse del estrés oxidativo y los radicales libres, que se producen cuando el cuerpo usa oxígeno y pueden deteriorar nuestras células.

Esto no significa que nuestro cerebro “marche bajo de combustible” cuando nos saltamos el desayuno o cuando comemos alimentos procesados, altos en grasas y azúcares; en cambio, los efectos de una mala alimentación repercuten en nuestro organismo silenciosamente, pudiendo ocasionar daños progresivos a nivel neuronal y el empeoramiento de trastornos del estado de ánimo, como la depresión.

Entonces, ¿qué debería comer y qué debería evitar para ser más productivo?
El Dr. Michael Roizen, de Cleveland Clinic, recomienda incluir en nuestra dieta diaria aquellos alimentos que han demostrado ser beneficiosos para nuestro cerebro. La lista incluye:

• Salmón / trucha
• Nueces
• Semillas de lino
• Semillas de chía
• Té, café
• Cúrcuma
• Arándanos
• Arroz integral
• Casi cualquier fruta o verdura, en especial las espinacas
• Tomate
• Cebolla
• Manzanas (especialmente, con la piel)
• Fibra insoluble
• Cebada
• Quinoa

Por otro lado, el Dr. Roizen recomienda evitar:

• Las grasas saturadas (más de 4 gramos en una comida)
• Las grasas trans (totalmente)
• Los azúcares añadidos, y en especial los siropes
• Cualquier grano que no sea 100% entero

¿Qué hay de mi dieta para bajar de peso?
La mejor parte es que incluir los alimentos sugeridos por el Dr. Roizen en nuestra dieta diaria no solo nos ayudará a nutrir nuestro cerebro y ser más productivos, sino que también simplifica la tarea de perder peso.

El consumo de quinoa y frutos secos, por ejemplo, se recomienda en cualquier dieta cuyo objetivo sea adelgazar, ya que estos alimentos entran en la categoría de superfoods (altos en nutrientes), que nos aportan la ingesta calórica necesaria para el funcionamiento metabólico a la vez que nos ayudan a sentirnos satisfechos por más tiempo.

En todo caso, lo mejor que podemos hacer es facilitar decisiones nutricionales inteligentes en el día a día, y para ello es fundamental tomarnos el tiempo de planificar nuestro plan alimenticio al igual que lo hacemos con nuestras finanzas y pendientes del trabajo.

Las investigaciones han demostrado que somos más efectivos para cuidar nuestra alimentación en el futuro que en el presente, esto quiere decir que tomar medidas preventivas como llevar una bolsa de frutas o almendras a la oficina puede ser una alternativa sencilla y eficaz para controlar los antojos y mantener nuestro cerebro con el tanque lleno de combustible premium.

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