Dos semanas sin clases en comunidad mexicana por conflicto religioso

Prensa Latina.- Tras dos semanas sin clases en la comunidad de Nueva Jerusalén, estado mexicano de Michoacán, padres de familia prefieren que sus hijos pierdan el ciclo escolar a enviarlos a estudiar a escuelas de comunidades cercanas, destaca hoy la prensa.

Según el vocero del llamado grupo laico, Emiliano Juárez, si ellos aceptan que la educación básica sea impartida en una comunidad cercana estarían avalando un destierro de Nueva Jerusalén, consignó el diario Milenio.

De acuerdo con Juárez ello indicaría que existe supremacía del grupo que encabeza Martín de Tours para imponer su voluntad, incluso por encima del estado de derecho.

Los padres de familia insisten en la construcción de un centro docente propio y el restablecimiento del orden en la localidad, dijo.

Además, afirmó que solo así los niños podrán regresar a clases sin el temor de que sus escuelas vuelvan a ser agredidas por los fanáticos.

El presidente del municipio de Turicato, Salvador Barrera, consideró que el conflicto lejos de acercarse a una solución se perfila hacia un nuevo episodio.

Avanzar para distender el conflicto depende de la postura que asuma el grupo radical que lidera de Tours, añadió.

Entretanto, mañana se cumple el plazo de 10 días que puso el gobierno del estado para entregar las aulas móviles que se ordenó construir en el poblado de La Injertada, a unos 300 metros de la entrada a La Ermita o Nueva Jerusalén, y de esta forma iniciar el ciclo escolar.

Fanáticos religiosos quemaron el 6 de julio las aulas de la escuela Vicente Guerrero, en la Nueva Jerusalén, las cuales habían sido entregadas por la administración michoacana para que casi 300 niños tuvieran lugares en mejores condiciones para estudiar.

El 20 de agosto, al iniciarse el ciclo lectivo, mujeres vestidas como la virgen a la que adoran, acompañadas de hombres, seguidores del líder religioso de la comunidad, de Tours, bloquearon las vías de acceso al pueblo.

En medio de golpes impidieron el paso de niños, padres y maestros a una casa que fue habilitada como escuela, lo que dejó tres lesionados, informó entonces el gobierno estatal.

Una semana después fueron enviados a la zona 100 policías federales para intervenir en un conflicto que todavía sigue sin solución.

En Nueva Jerusalén han existido conflictos entre sus habitantes desde que el pequeño enclave de adoradores de la Virgen del Rosario fue fundado hace más de 40 años.

El pueblo se fundó en 1973, luego de que supuestamente la Virgen del Rosario se le apareció a una anciana llamada Gabina Romero, que transmitió órdenes al párroco del Puruarán, Nabor Cárdenas, para que creara una comunidad que estuviese “protegida por la divinidad”.

Papá Nabor, como se autodenominó, gobernó en la pequeña comunidad con un estricto código que impide a los adoradores de la Virgen del Rosario realizar actividades como estudiar, ver televisión, leer la prensa y jugar fútbol, o en el caso de los hombres, dejarse crecer el cabello.

Lo anterior provocó que fuera excomulgado por la Iglesia católica, que no reconoció su movimiento religioso, pero en Nueva Jerusalén continuaron aplicando sus propias leyes.